Como os contaba ayer... si.... ahí terminé atrapada, en las garras de una psicópata.
¿Mi historia?, quizás deba de contaros mi historia, así sincerándome con todos ustedes, desnudándome. ¿Empiezo?
De antemano señalar que en este blog no voy a decir los nombres de las personas que rodearon esa parte oscura de mi vida, ni quiero siquiera recordarlos y probablemente no sea conveniente para todxs ellxs, así que por respeto, que aun me queda después del daño sufrido, más que por otra cosa voy a mantenerlxs en el anonimato.
Empecé escribiendo el primer día que comenzó mi destierro hacia el sur de Chile, en la terminal de buses de Santiago.
"Vivo en el silencio cómplice de aquellos que se creen buenos"
En la soledad de un café de
Santiago de Chile, cerca de la terminal de buses que me verá partir hacia mi
nuevo destino, entre ruidos de coches, música a todo volumen de locales
próximos a mi ubicación, rodeada de personas nerviosas caminando sin sentido
por la acera discontinua, sin destino fijo. El Transantiago frena de forma
repentina ahuyentado a los transeúntes del borde de la carretera. El calor no
me permite centrarme en mi tarea como me hubiera gustado, el boli resbala entre
mis dedos sudorosos, en la mesa un cuaderno viejo, con las puntas de las hojas
dobladas hacia arriba, hacia adentro, hacia afuera, dando la sensación de haber
sido mi compañero íntimo en mis largas aventuras por el mundo, un café con
leche, un sándwich vegetariano y un vaso de agua, aun con todo me siento como
uno de los grandes y clásicos escritores Camus o Sastre, divagando en mi
interior e intentando encontrar el mejor camino hacia la verdad, verdad insulsa,
verdad falsa con dirección a un cambio que nadie conoce, ni siquiera mi propia
persona, sólo las fuerzas de un poder infinito que manejan nuestra existencia
día a día cuentan con la casi la perfecta capacidad para definir lo indefinible.
Dicen que la mejor manera de
enfrentarse a unx mismx es a través de las palabras, escribir como terapia para
repeler los malos pensamientos, enfrentarse al pasado y aceptar lo vivido para
poder sobrevivir sin temor y sin fantasmas…pero ¿qué sentido tiene dicha tarea
si no va dirigida a alguien?. Ya que esto no es una novela, creo que no cumple
con los requisitos para tal, soy novata,es por esa razón por la que
lo voy a comenzar a compartir con vosotrxs ya que desconozco el destino real de estas
palabras.
Después de muchos años me he
decidido a contar mi historia, entre temores, remordimientos, tristezas,
soledades, me atrevo a enfrentarme a mí misma y a mis fantasmas; estas palabras
van dirigidas enteramente a tí, a tu persona, a tu pureza, simplicidad y buen corazón
por haber encubierto con tu cariño y compostura mi secreto, el secreto que
atormentó gran parte de mi vida sin tú saberlo. Fuiste el mayor apoyo, tu acto de bondad me regaló una nueva oportunidad, la vida
que me tocó vivir en esa última temporada me puso al límite de mi propia
existencia, no importaba cual fuera mi inteligencia, cuales mis
discernimientos, o mi alto nivel de sentir, el dolor fue tal, tan profundo que
llegué a pensar que todo aquello que me rodeaba era mentira, no entendía y sigo
sin entender, que las personas puedan hacer tanto daño y ¡pucha que me dolía el
dolor ajeno! tanto, que preferí sufrir en silencio, no por miedo, más bien para
que los demás no sintieran mi dolor y
tuvieran que soportar y sentir el sufrimiento que estaba pasando por mi alma.
Tú fuiste la única persona real que me rodeó entre tanto daño, apareciste tarde, pero apareciste, entre tanta
locura, aunque no fueras consciente me apoyé completamente en tu presencia,
necesitaba sentirte, no un sentir sexual, no un sentir emocional, más bien un
sentir de esencia, un sentir del corazón y eso lo alcanzaba en cada mirada, en
cada roce, con tu mera presencia y en mis largos silencios… Me desterraron de
forma continuada, me humillaron, robaron mis sueños, hicieron que me sintiera
insensible, fuerte y débil en un mismo tiempo, todo ello me llevó a refugiarme
en parajes inhóspitos y lugar olvidados en el mundo.
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