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sábado, 11 de noviembre de 2023

Blog ¿SER CONSCIENTES? ALTAS CAPACIDADES, DE LA IDENTIFICACIÓN A LA DESIDENTIFICACIÓN ¿O PREFERIMOS EL LADO OSCURO?



La Belle Société de René Magritte

La Belle Société de René Magritte (1965-66)

En los últimos tiempos se habla bastante de las altas capacidades intelectuales (ACI o AACC), un término que parece haber sustituido a lo que tradicionalmente se ha llamado superdotación intelectual (giftedness en inglés). En este escrito usaré ACI o superdotación indistintamente. 

El “diagnosticar” ACI requiere la evaluación por un experto en el tema, tanto cualitativa, como cuantitativamente (aunque a veces ni los expertos se pongan totalmente de acuerdo en lo que son estas capacidades exactamente). 

La cantidad de personas que hablamos sobre ACI y que “salimos del armario” de las ACI vamos en aumento. Parece que es importante hablar del tema para irlo normalizando. En general, está claro que esta identificación ha sido parte de un proceso importante para una mejor autocomprensión y para dotar de un mayor sentido a ciertas experiencias de nuestra biografía. Por ejemplo, lo que antes del “diagnóstico” de ACI se vivía como una serie de rarezas personales, puede acabar comprendiéndose en el marco de un concepto en el que adquieren un mayor sentido. 

Suele generar un gran alivio el entender que ciertas rarezas o inquietudes, e incluso algunos problemas con el mundo, se explican desde un funcionamiento mental relacionado con tener altas capacidades intelectuales. Desde esta comprensión muchos dan sentido a ciertos aspectos de sí mismos que han podido resultar raros para otros: como el tener grandes inquietudes intelectuales y avidez por el aprendizaje, un alto sentido crítico, una gran diversidad de intereses que se ven interrelacionados, una especial facilidad para el estudio, una energía mayor de lo normal para lo que a uno le interesa, además experimentarse la realidad con ciertas sensibilidades e intensidades que sobrepasan los márgenes de lo habitual, entre otras características. 

Según he podido comprobar en mí misma, y en otras personas que hemos sido detectadas con altas capacidades en la vida adulta, el encontrarnos con ese “diagnóstico" de ACI o superdotación, ayuda integrar una parte de nuestras características personales, aporta un mayor grado de autocomprensión y, en cierta medida, favorece un mayor nivel de autoconocimiento. No obstante, considero preciso señalar que este sería un autoconocimiento parcial si nos quedamos con la impresión de que esa etiqueta de ACI explica todo lo que somos y orienta absolutamente el sentido de nuestras vidas. El autoconocimiento implica una serie de procesos complejos de autoindagación personal que ha de tener en consideración diferentes dimensiones de la persona (pensamientos, emociones, sentimientos, motivaciones, fortalezas, virtudes, defectos, inquietudes, sensibilidad, sesgos cognitivos, reacciones en las relaciones interpersonales, inseguridades, traumas y heridas emocionales, etc.). En el proceso de autoconocimiento vamos descubriendo progresivamente diferentes elementos internos que además van experimentando cambios a lo largo del tiempo. Por lo tanto, el conocernos es dinámico y requiere el desarrollo de una cierta capacidad de metacognición (que consiste en mirarnos más allá de nuestros procesos mentales o emocionales, autodistanciándonos de lo que creemos que somos, para percibir qué nos sucede y cuál es la raíz de nuestros fenómenos internos).

El “diagnóstico” de superdotación (sea en la infancia o en la vida adulta) nos permite conocer mejor algo de nosotros, pero también implica el riesgo de identificarnos excesivamente con esta etiqueta, creyendo que eso de la capacidad es lo que uno ES. En quienes han sido detectados de adultos me encuentro muchas veces con que muchos se quedan con la sensación de que la identificación de sus capacidades ya les aporta una idea clara acerca de quienes son. Se sienten aliviados porque ya saben qué SON gracias a esa etiqueta. Lo que en parte es comprensible, pero también puede dejarles fijados ahí, en la impresión de que su identificación como personas superdotadas es su identidad fundamental, cuando en realidad es solo uno de los factores de sí mismos. Creo que la mera comprensión de la superdotación no nos va a decir todo acerca de lo que somos y seguramente nos diga muy poco para enfocar el sentido de nuestras vidas. Es más, es altamente probable que, sin una mirada profunda acerca de lo que somos, sea nuestro falso ego (al que también podemos ver como una “parcela narcisista”[1] de nosotros mismos) el que nos instrumentalice tratando de “explotar nuestro talento”, de tal modo que así seamos nosotros quienes nos autoexplotemos. O bien, si no lo hacemos nosotros mismos, hay grandes posibilidades de que sea otro el que se encargue de encontrar la vía para exprimirnos para sus propios fines. Situación que veo mucho más arriesgada cuando se “orienta” a los niños en el desarrollo de su potencial desde ciertas organizaciones que no tienen fines precisamente altruistas. 

El darnos cuenta de que la detección de altas capacidades refleja solo un aspecto de nuestra existencia puede posibilitar el que nos busquemos más allá de esta identificación, con más profundidad, haciendo un trabajo interior para discernir los valores con los que queremos identificarnos, para llegar así a ser el tipo de persona que queremos llegar a ser, haciéndonos la pregunta de si queremos aportar algo valioso y constructivo al mundo, y no que nuestra propia vanidad nos esclavice en pos de un éxito que puede llegar a ser una esclavitud que nos aleje de nosotros mismos.

El marco de sentido que aporta saber sobre las propias altas capacidades realmente no nos trae todas las respuestas para orientar nuestra existencia y autocomprensión. Aporta algo, pero no nos permite saber quienes somos integralmente. Aparte de que, lo que nos identifica, también tiene que ver con la integración de diversos factores internos (no solo cognitivos) y con establecer una cierta relación armónica con el mundo que nos rodea. Esa relación con el mundo también implica una llamada a la responsabilidad personal. Como explica el experto en el tema de las ACI, Robert Sternberg en un texto titulado “Transformational Giftedness: Who’s Got It and Who Does Not”[2], es preciso que las personas superdotadas aporten al bien común a través de una superdotación transformacional (enfocada en mejorar nuestro mundo), y no desde una superdotación transaccional (que sería la que solamente se enfoca en un intercambio interesado de intereses, desde el despliegue del éxito personal). Esta última tendría finalidades egocéntricas y utilitaristas, que implicarían altas probabilidades de irse pasando al lado oscuro. Nuevamente es Sternberg quien ha puesto de manifiesto esta peliaguda cuestión sobre los riesgos potenciales de pervertir la capacidad en su artículo “The vexing problem of dark giftedness”[3].

El riesgo de pasarse al lado oscuro me parece que es mayor cuando creemos que solo SOMOS superdotados o personas de altas capacidades y no que simplemente son herramientas que tenemos y que son una parte de nosotros. No somos intrínseca y esencialmente eso. Yo puedo tener ACI, pero esta etiqueta no dice quién soy yo. Aunque comprender lo que esto supone aporte algo importante a la vivencia de mi propio ser y a mi manera de estar en el mundo, yo no considero que mi identidad completa esté configurada esencialmente por mis altas capacidades. Solo soy un ser humano más, que dispone de ciertas herramientas cognitivas que ayudan a funcionar cognitivamente mejor que otros. Esas herramientas son medios, no son mi ser, ni delimitan mis fines. Mi propio ser, en todo caso, puede configurar la finalidad y la actitud con la que las utilizo. Si un día me doy un golpe en la cabeza o he dormido mal y esto me impide pensar con rapidez y con claridad seguiré siendo yo misma, un poco mermada, pero mi persona será la misma esencialmente, aunque tenga una menor capacidad cognitiva en acción.

Una cuestión en la que quiero incidir, con respecto al riesgo de pasarnos al “lado oscuro” como consecuencia de identificarnos con las altas capacidades y el éxito que nos puedan aportar, tiene que ver con que nuestro ego tramposo es muy aficionado a quererse identificar con cualquier aspecto o cualidad que tengamos. Por culpa del ambiente narcisista imperante en nuestra cultura estamos influenciados para creer que somo lo que tenemos, lo que aparentamos o lo que conseguimos (fama, belleza, dinero, curriculum, posesiones, inteligencia, etc.). El riesgo de identificarnos con una de nuestras dimensiones parciales es mayor cuando tenemos una cualidad en la que destacamos más que los demás. En estos casos nuestra “parcela narcisista”, estaría ávida de identificarse con aquello en lo que pueda sobresalir, para compensar así diversas inseguridades o limitaciones a las que no nos resulta agradable mirar. Por culpa de esa dimensión egoica egocéntrica, las personas con belleza se creen que son su belleza y se derrumban cuando envejecen, quienes tienen dinero se sienten superiores por sus posesiones, quienes han conseguido títulos académicos confunden estos títulos con su verdadera identidad y los más inteligentes corren el riesgo de pensar que son más valiosos que otros por sus mejores capacidades. En estos casos, el problema de la identificación con algo parcial les llevaría a caer en una falsa identificación de su persona, que en el caso de las ACI no sería nada más que un conjunto de herramientas cognitivas más potentes. Esta situación puede llevarles, paradójicamente, hacia el abismo de una profunda ignorancia acerca de su propio ser desde una percepción reduccionista de sí mismos, en la que no sabrían mucho acerca del tipo de persona que son realmente. 

En ocasiones, veo que las personas muy inteligentes se quedan atrapadas en un personaje intelectual que les aporta identidad y la sensación de seguridad en su percepción de sí mismos desde un halo de superioridad. En este caso, la falsa identificación con esas capacidades en las que se ven superiores les hace subirse a un pedestal construido solamente con humo narcisista. Un narcisismo que se exacerbaría porque la actitud de superioridad les haría separarse del resto, excepto cuando se relacionan con los de la misma élite intelectual. No niego la importancia de encontrar a personas con capacidades similares a las nuestras y la mayor facilidad de comprensión mutua en estos casos, pero sin valores, inquietudes y finalidades similares para la vida, finalmente el virtuosismo intelectual compartido me parece que aporta bastante poco y que puede incrementar el riesgo de deslizarnos al lado oscuro narcisista, al contemplarnos embelesados en el reflejo de alguien que consideramos similar a nosotros. 

De la excesiva identificación con la propia capacidad desde el egocentrismo personal pueden surgir líderes narcisistas que, de forma manipuladora y, e incluso visionaria, tienen una elevada destructividad para los demás. La superioridad intelectual puede ser usada destructivamente así por personas inmaduras para compensar sentimientos de inseguridad, desde esa mirada de “soy superdotado” o “soy más” en cualquier cosa.  

En el otro extremo de estas actitudes estaría otro tipo de ego narcisista más sutil; un ego victimista que es el que aparece cuando a una persona superdotada no le ha ido bien con sus capacidades, por haber sufrido bullying, incomprensión y otros tipos de ataques por sus características más sobresalientes. Sin negar la gravedad de estos hechos y sin perder ni un ápice de empatía por quién sufre estas situaciones, es preciso tener presente que el lado victimizado de alguien puede activar un narcisismo victimista, que le aportaría identidad a través de una identificación parcial con la parte en la que uno ha sido dañado, impidiendo ver toda la riqueza interior de la que se dispone. De este modo, viviría a través de un "ego víctima" que le haría vivir a través de un sufrimiento muy intenso derivado de las experiencias pasadas. Nuevamente una identificación con elementos parciales de uno mismo impediría ser lo que uno es de un modo más completo.

Otro riesgo que veo en esta identificación masiva de nuestro yo con ser superdotados es cuando llegamos a creer que solamente podemos entablar amistad con personas que pertenecen a esta misma élite intelectual. Haciendo una analogía, quizás un poco simple, sería como si alguien que tiene un Ferrari pensara que solo puede ser amigo de quienes también tengan un Ferrari. Cuando quizás lo importante fuera comprobar si con otros conductores se pueden tener metas y recorridos comunes. Lamentablemente, a veces podemos quedarnos contemplando vanidosamente nuestros respectivos Ferraris porque nos hacen sentir especiales y únicos. Volviendo al tema de las altas capacidades, creo que podemos tener el riesgo de pensar que por fin encontraremos el Santo Grial de la amistad en grupos en los que están otros superdotados, como si por fin hallásemos a los de la propia especie. Es cierto que puede ser más fácil comprendernos con personas de un nivel similar de capacidades, pero también pueden darse conflictos más enrevesados, cuando las orientaciones vitales o los valores de fondo son muy distintos. Así que, seguramente nos podemos encontrar con grandes frustraciones en quienes después de haberse afiliado a asociaciones de superdotados no han hallado allí a los grandes amigos de su vida. Hay que aclarar que a veces sí se dan encuentros muy satisfactorios y valiosos en estos grupos, pero no necesariamente solo por tener alta capacidad, sino porque haya otros elementos profundos que se comparten y que se comunican en un idioma similar que es el de las altas capacidades intelectuales. Algunos mencionan que lo que más les ha frustrado en esos grupos de superdotados es la competitividad, las batallas intelectuales entre egos sabiondos que no se escuchan y que resultan bastante insoportables las exhibiciones narcisistas de las capacidades de unos y de otros. Lo que llega a agravarse por el “efecto halo” en el que algunos se instalan, que genera la distorsión de sentirse experto en algo por el hecho de haber leído bastante sobre un tema, sin tener suficiente base para comprenderlo a fondo. 

Entrar en un mundo de superdotados no significa entrar en un mundo Disney de unicornios y de cebras de colores que viven constantemente en estados bondadosos y beatíficos. A veces puede incluso suceder lo contrario. En estos ambientes encontramos a personas de todos los espectros morales. Y en algunos casos más extremos también podemos encontrarnos con narcisistas patológicos e incluso con psicópatas. De lo que podemos deducir que solamente la capacidad no pone de manifiesto las actitudes y los valores de alguien. 

Para que nadie se sienta ofendido por mis reflexiones, recuerdo que estoy hablando del “riesgo de pasarse al lado oscuro” (aquí no hablo de todos los aspectos luminosos de la superdotación, que también los hay). Resumiendo lo expuesto, el riesgo mencionado tiene que ver con una identificación de lo que somos con algo parcial que tenemos (alto CI), con la delimitación de un tipo de tribu con la que nos podemos identificar creyéndonos los miembros de una élite superior y finalmente acabar separados del resto de la humanidad, a la que no hay un especial interés en comprender o ayudar, porque por fin uno está con los “suyos”. Quizás las mentes más maléficas estén pensando en cómo crear sectas para captar a superdotados y explotarlos eficazmente, ¿o ya existen?

Quizás una salida a todas estas trampas egoicas esté en relación con el cultivo de ciertos valores humanos, con la reflexión honesta y sincera acerca de lo que somos y con enfocarnos con una actitud constructiva con el mundo que nos rodea (como puso de manifiesto el psiquiatra Viktor Frankl, desde la actitud es desde donde podemos poner de manifiesto nuestra libertad para actuar de la mejor forma posible). En este tema, el cultivar una metainteligencia, más allá de las capacidades y viéndolas globalmente, sin identificarnos con ellas, quizás ayude a establecer mejor cuál es la finalidad y el sentido de nuestras vidas. En todo ello, un proceso honesto de autoconocimiento sería esencial para desarrollar una sabiduría acorde con la realidad y con lo que somos realmente. En este sentido, considero imprescindible leer con atención la inscripción que se hallaba en el interior del templo de Apolo en Delfos:

“Te advierto, quienquiera que fueres tú, que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros. Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses”.

 

Este conocimiento de nosotros mismos nos ayudaría a captar y comprendernos mejor y a detectar mejor nuestros sesgos para percibir el mundo cómo es. Comprendemos a otros en la medida que somos más conscientes de nosotros mismos. El cultivo de esa consciencia implicaría el desarrollo de una visión adecuada sobre la realidad, que aporta un realismo superior al de la mera capacidad intelectual (que actuaría como aliada e instrumento de la consciencia) y nos aporta la adquisición de más sabiduría. No parece posible lograr mucha sabiduría sin un cierto grado de autoconomiento. Esa mayor consciencia nos puede llevar a asumir una mayor responsabilidad ante lo que nos sucede a todos, mejorando nuestra realidad. 

 

Finalmente, tras pasar por estas reflexiones, he llegado a la conclusión de que tan importante es la identificación de tener altas capacidades como la “desidentificación” de las mismas, en el sentido de percibirlas como una serie de características que aportan elementos importantes a ciertas dimensiones de nuestro ser, pero que no definen todo lo que somos, que no nos hacen superiores y que el tenerlas, en todo caso, nos pone delante la responsabilidad de cultivar nuestra consciencia y sabiduría [4] para buscar cuál es el mejor uso que podemos darles, ojalá a través del amor a nuestros semejantes y desde la humildad de ser conscientes de que somos igual de humanos que cualquiera, a la vez que somos distintos. Creo que el mirar más allá de nosotros mismos y a través de todo lo que somos, después de descubrirnos en nuestras facetas ACI, nos puede permitir ser más conscientes de nuestro funcionamiento y de nuestras habilidades, pero en ningún caso nos aporta superioridad, mayor valía o nos hace personas mejores. Esto último, más bien depende del desarrollo de una consciencia más profunda y amplia que nos permita estar más sintonizados con quienes somos. Las ACI nos configuran y nos condicionan, pero lo que somos en el fondo parece tener más que ver con lo que decidimos hacer de nosotros mismos. Al menos podemos intentarlo.


Notas: 

[1] En un libro anterior he desarrollado más ideas acerca del narcisismo y de cómo se configura y nos afecta este narcisismo parcial, que puede estar en todos, y al que he llamado “parcela narcisista”: Rodríguez Fernández, M. (2021). Más allá de narcisismo espiritual. Desclée de Brouwer.
[2] Sternberg, R.J. (2022). Transformational Giftedness: Who’s Got It and Who Does Not. In: Sternberg, R.J., Ambrose, D., Karami, S. (eds) The Palgrave Handbook of Transformational Giftedness for Education. Palgrave Macmillan, Cham.
[3] Sternberg, R.J. (2022). The vexing problem of dark giftedness. Gifted Education International, 0 (0) ,1–21.
[4] Robert Sternberg ha desarrollado varios trabajos en los que señala la importancia de cultivar la sabiduría, para lograr un desarrollo adecuado de la inteligencia. Recomiendo su lectura.


sábado, 14 de octubre de 2023

Pensamiento arborescente

Quiero recordar este post... Lo he leído y releído ya que en este momento de mi vida me encuentro ahí inmersa y me está costando mucho mucho... Y se sufre, pero no me desánimo...siempre aparece alguien que me dice: ¡frena, frena...hasta ahí..!!!! y me escucho, relentizo y aunque sean muchos los caminos que veo y picotee de aquí y de allá (eso es ineviable)... consigo seguir una dirección y enfocarme. 

Pensamiento arborescente

Hoy quiero hablaros del pensamiento arborescente y como te puedes sentir con esa infinidad de pensamientos entrelazados e infinitos.
No voy a entrar a explicar los tipos de pensamientos, contamos con una herramienta interesante llamada internet, para quien le interese profundizar; más bien quiero que sepáis como lo vivo yo y de qué manera me influye en mi vida cotidiana.
Imaginaros que en el trabajo vuestrx jefx os pide un cambio de horario.
Mi mente ya se pone a trabajar y empieza a ver todas las posibilidades de ese cambio, buenas y malas, las razones que tuvo para pedirme el cambio, como afectará a la persona que se lo hago ¿Tendrá algún problema con su familia?... pero no es sólo eso, entre medio, salen estudios de decisiones ¿no me dijeron una vez que las decisiones se toman en el presente?¿Cómo voy a tomar esa decisión si no es justa para ambas partes?, probabilidades de que pasen algunas cosas, hasta de que se me caiga una teja en la cabeza o pinche la rueda cuando vaya a trabajar, o ¿tendré comida, podré hacer la compra? y termino no sé cómo en alguna hipótesis de los multiversos, nada que ver con la petición del cambio, que igual no recuerdo el día que quiere que sea y se lo tengo que volver a preguntar...
Todo eso me produce ansiedad e inseguridad  en la toma de esa decisión, sensación de no avanzar y dudar todo el rato... Vamos que si  es algo importante puedo estar divagando y no tomar nunca la decisión y entonces tengo la sensación de no andar al ritmo de los demás y me parece que todxs tiene las cosas muy claras, que saben lo que quieren, sintiéndome tremendamente tonta y reprochándome ser así.
Normalmente necesito a alguien externo que me recuerde el porque funciono así y hacerme consciente de no entrar en ese bucle para no minar mi autoestima.
Secreto para frenarlo, autoconocimiento y ser conscientes de nuestros pensamientos.
¿Difícil?..SI, pero hay que intentarlo

miércoles, 11 de octubre de 2023

Reflexión sobre identidad

Cuando el ser humano es consciente de su propia consciencia y se siente como un organismo que "construye" y forma parte de un espacio definido, comienza a formar su identidad; ¿pero la identidad es solamente una construcción cultural?. 
Cómo he dicho anteriormente, para poder "darnos forma" necesitamos el sentido de pertenencia y reconociendo, a un grupo, a una nacionalidad, un sexo... pero eso en lo que ponemos nuestra atención, son constructos que hemos ido moldeando nosotros mismos, construimos imaginarios sobre imaginarios.
Mi identidad no la he formado fijándome en un otro animal, en un otro material, en un ambiguo, porque no considero que se encuentren en mi mismo nivel de consciencia. Buscamos al "otro" que comparte nuestra misma alucinación transformando dicha observación en una alucinación colectiva, en una falsa realidad en constante cambio y sin forma definida, fluida, gaseosa, incierta, vagando en un vacío sin espacios y tiempos definidos.
Entonces... ¿Si la identidad se sustenta en esa falsa realidad con esa característica hostil, hasta que punto tiene sentido que nos cuestionemos, desde un feminismo perteneciente a esa alucinación, temas como el patriarcado, la identidad de género, el lesbianismo, la homosexualidad o la transexualidad?.
No entiendo una identidad bajo esos parámetros; todo esto me lleva a pensar que no tengo ni identidad, ni género, ni sexo definido, ni nada impuesto por la cultura, sino autoimpuesto dentro  de una libertad también irreal porque no existe el libre albedrío.
Por lo que... soy y existo pero ¿Dónde me coloco y que forma le doy a ese espectro una vez que me he vaciado de esas estructuras culturales?. Tal vez nuestras mentes nunca lleguen a alcanzar el sentido de realidad.
Entonces prefiero pensar que... Simplemente soy una persona, el resto... No importa...

jueves, 26 de enero de 2023

Del blog La cebra del armario. SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA

Sobreexcitabilidad Imaginativa

SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA

Hoy voy a desarrollar la Sobreexcitabilidad Imaginativa, la cuarta de las cinco Sobreexcitabilidades de Dabrowski (este orden lo estoy asignando yo, lo que no quiere decir que vayan en ningún orden en concreto).

De ésta manera quedaría solamente por desarrollar la “Sobreexcitabilidad Sensorial”, la cual dejo para el final por ser a título personal la que más problemas me ha generado y genera en el día a día.

PERFIL DE SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA:

Personas en las que la imaginación tiene una gran dominancia. Poseen incluso una capacidad para vivir en un mundo paralelo de fantasía (lo cual no quiere decir que la sustituyan o confundan con la realidad).

Uso frecuente de imágenes y metáforas, facilidad para la invención y para la visualización detallada.

Percepción poética y dramática, pensamiento animista y mágico. Predilección por la magia y los cuentos de hadas, juegos de rol, creación de mundos privados, amigos invisibles…

Visualización de Imágenes espontáneas como expresión de la tensión emocional.

Imágenes animadas, mezcla de verdad y ficción, sueños elaborados y vívidos, facilidad para ilusionarse (también para desilusionarse).

Baja tolerancia al aburrimiento (lo que a su vez desemboca nuevamente en despliegues de imaginación, haciendo complicado terminar tareas repetitivas y disciplinadas).

Sobreexcitabilidad Imaginativa

HADAS - MSKATHRYNNE - PIXABAY

CREATIVIDAD Y SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA

El papel de la imaginación en el campo de la creatividad siempre ha sido bueno. 

Mantiene una predisposición latente en el creador, (manifiesta ya en la infancia) para participar en una fiesta en la que la mente quiere jugar fantaseando y soñando despierto lo que conducirá a asociaciones imprevisibles.

Poder convertir la experiencia en imágenes depende de una excepcional capacidad de ver analogías. Éstas se alimentan de asociaciones inusuales para posteriormente resurgir como metáforas.  

La imaginación es lo que hace posibles tales analogías.

Cuando Edison tenía 10 años, se pesó en una balanza y le dijo a su madre:  «Ahora soy un bushel de trigo, peso 80 libras».

El impulso de explorar nuevas posibilidades y cambiar lo que se da en otra cosa diferente se encuentra siempre activo.

Todo ésto se puede ver muy bien ejemplarizado en la película «Amadeus» en una escena en la que después de escuchar la pieza de un compositor de la corte, Mozart va al teclado para tocarlo y mostrar cómo hacerlo más interesante empleando unicamente su imaginación. Dejo fragmento a continuación:

PENSAMIENTO ANIMISTA Y MÁGICO:

La Sobreexcitabilidad imaginativa también se puede notar en la facilidad de una persona para visualizar sueños muy elaborados  y fantasías.

Percepción de experiencias tanto poética como dramáticamente.

El pensamiento animista implica dotar objetos de animación, con personalidad, carácter y voluntad propia. 

El pensamiento mágico descansa un poco en la convicción de que pensar algo es tan bueno como hacerlo realidad.

Los rituales y fórmulas privadas para garantizar que todo funciona bien, son ejemplos de éste pensamiento.

La capacidad de vivir en un mundo de fantasía a menudo va junto a la necesidad de pasar cierto tiempo soñando despierto, leer cuentos de hadas e historias, o incluso creando mundos imaginarios privados.

Otra cosa común y reveladora es el disfrute de compañeros imaginarios en la infancia (algunos incluso en la edad adulta).

amigos imaginarios

AMIGOS IMAGINARIOS. 4144132-PIXABAY

La tensión emocional se canaliza fácilmente en el teatro, la música o el arte, donde los sentimientos y las emociones encuentran su forma. Ésto es  útil para comprender las emociones vitales y  para poder dar una imagen mas completa a lo que se siente.

UNA IMAGEN VALE MAS QUE MIL PALABRAS

A veces, cuando las palabras se quedan cojas e insuficientes para relatar una experiencia, una imagen desvela la energía y calidad sentidas que detallan su verdadero significado.

Para personas con Sobreexcitabilidad Imaginativa, las imágenes espontáneas son tan naturales como la respiración. Los sueños son elaborados y tanto  ilusiones como una mezcla de realidad y ficción son posibles.

Esto no significa que tales personas no sean capaces de diferenciar la fantasía de la realidad. Por el contrario, para ellos la diferencia es bastante superior. Digamos que añaden ingredientes a la vida para que ésta sepa mejor (todo siempre a través de la imaginación).

Si bien es cierto que el límite entre realidad y ficción puede llegar a difuminarse en momentos complejos de la vida, donde las emociones se apoderan de la mente en una avalancha de imágenes vívidas.

“Frank Lloyd Wright 1867-1959″ (considerado máximo exponente de la arquitectura orgánica) una vez imaginó que su madre le iba a dar una fiesta sorpresa. Lo vivió con tanta realidad que comenzó a decirle a sus amigos en detalle lo que se serviría y lo especial sería esta ocasión. Entonces vinieron, todos vestidos. La madre de Wright estaba sorprendida pero conocía a su hijo, así que improvisó una fiesta. Ella sabía que aunque todo había partido de una fantasía, en realidad su hijo creía que esa fiesta iba a tener lugar.”

La imaginación de Richard Wagner era tan gráfica que cada vez que pensaba en fantasmas se aterrorizaba.De niño visitaba a sus familiares que vivían en una casa grande donde era alojado en una habitación señorial de invitados. Los viejos retratos con polvo de señoritas «en enaguas y el pelo blanco» le parecían fantasmas. Sólo en la habitación estaba poseído por el terror porque parecían cobrar vida. Todas las noches despertaba empapado de sudor, víctima del miedo y sus visiones.

Miedo

SOMBRAS. STEFAN KELLER- PIXABAY

IMAGINACIÓN VS REALIDAD

Antes destacaba que las personas con pensamiento mágico no confunden (o no necesariamente) la realidad con la fantasía.

Sin embargo, si que esta manera de proyectar con imágenes tiene un impacto en la realidad, que en ocasiones se vuelve un poco doloroso.

La persona con elevada Sobreexcitabilidad Imaginativa, recrea las cosas que va a hacer antes de hacerlas, y las ve casi con la misma precisión que si ya hubiesen ocurrido. Para una mente tan creativa, el problema viene cuando lo que proyecta, ese mundo imaginado de lo que va a ocurrir no se corresponde con la realidad que posteriormente se encuentra.

Superar las expectativas es un imposible, y cuando estas personas se dan de bruces con una realidad distinta a la imaginada, sufren unos «episodios de desilusión» que pueden pasar desde un simple «bajón temporal» (si los planes que tenia en mente se tuercen), hasta una «crisis existencial» si sus proyectos vitales soñados no se van logrando.

Estas condiciones hacen que en muchas ocasiones la persona tenga un poso de sentimiento de fracasado. Realmente, no estamos hablando de una persona que se pueda decir que fracase realmente, pero el sentimiento que desarrollan si que es real, pues se pasan la vida comparando donde les gustaría estar y donde están. (Una persona soñadora, no puede ser conformista).

Esta manera de ser impulsa una mejora continua, pero a su vez un sentimiento continuo de no lograr objetivos, pues una vez logran llegar donde querían, ya tienen la mente en otro lugar proyectado lejano, lo que hace que el punto de partida y el punto de llegada pocas veces coincida.

¿Y tú, cómo lo vives? ¿Eres soñador/a? ¿Te ilusionas y desilusionas con facilidad?

¿Se te va a menudo la olla por estar pensando en vete a saber qué de un lugar donde no estás de cuerpo presente?

 

Espero tus comentarios aquí debajo (recuerda que cuantos más comentemos, más fácil será que contrastemos información que seguramente sea de nuestro interés). Nos vemos en la siguiente entrada, un beso!

Referencias

Overexcitabilities – Michael M. Piechowski- Northland College

Positive Disintegration- Kazimierz Dabrowski M.D., Ph.D.

lunes, 26 de diciembre de 2022

Pensamiento arborescente

Hoy quiero hablaros del pensamiento arborescente y como te puedes sentir con esa infinidad de pensamientos entrelazados e infinitos.
No voy a entrar a explicar los tipos de pensamientos, contamos con una herramienta interesante llamada internet, para quien le interese profundizar; más bien quiero que sepáis como lo vivo yo y de qué manera me influye en mi vida cotidiana.
Imaginaros que en el trabajo vuestrx jefx os pide un cambio de horario.
Mi mente ya se pone a trabajar y empieza a ver todas las posibilidades de ese cambio, buenas y malas, las razones que tuvo para pedirme el cambio, como afectará a la persona que se lo hago ¿Tendrá algún problema con su familia?... pero no es sólo eso, entre medio, salen estudios de decisiones ¿no me dijeron una vez que las decisiones se toman en el presente?¿Cómo voy a tomar esa decisión si no es justa para ambas partes?, probabilidades de que pasen algunas cosas, hasta de que se me caiga una teja en la cabeza o pinche la rueda cuando vaya a trabajar, o ¿tendré comida, podré hacer la compra? y termino no sé cómo en alguna hipótesis de los multiversos, nada que ver con la petición del cambio, que igual no recuerdo el día que quiere que sea y se lo tengo que volver a preguntar...
Todo eso me produce ansiedad e inseguridad  en la toma de esa decisión, sensación de no avanzar y dudar todo el rato... Vamos que si  es algo importante puedo estar divagando y no tomar nunca la decisión y entonces tengo la sensación de no andar al ritmo de los demás y me parece que todxs tiene las cosas muy claras, que saben lo que quieren, sintiéndome tremendamente tonta y reprochándome ser así.
Normalmente necesito a alguien externo que me recuerde el porque funcionó así y hacerme consciente de no entrar en ese bucle para no minar mi autoestima.
Secreto para frenarlo, autoconocimiento y ser conscientes de nuestros pensamientos.
¿Difícil?..SI, pero hay que intentarlo

lunes, 19 de diciembre de 2022

Película Mi nombre es Khan

No te hace mejor o peor persona no saber expresar correctamente tus sentimientos.

Son la buenas acciones las que te construyen como persona.

Prejuzgar al diferente te hace débil.

https://www.facebook.com/siempreinformandoradio/videos/mi-nombre-es-khan-pelicula/413037312890953/ 

sábado, 3 de diciembre de 2022

Soledad .Javier Lozano de Diego Un artículo escrito desde el corazón para ANAC Asociación Navarra para las Altas Capacidades

jueves, 17 de noviembre de 2022

Modelo diferencial de dotación y talento ¿Es tarde para recuperar mis habilidades? por Sandra Medina

Haciendo Pedagogía
Modelo diferencial de dotación y talento ¿Es tarde para recuperar mis habilidades?
por Sandra Medina 

Hoy traigo a la palestra el Modelo diferencial de dotación y talento para dar respuesta a lo siguiente:

¿Es tarde para recuperar mi talento?

Una pregunta que muchos adultos con altas capacidades se han hecho (especialmente tras una valoración tardía), y que se repite mucho en mi bandeja de entrada de Instagram.

Y es que, si has llegado a tu valoración en la etapa adulta tras una sensación de fracaso, es probable que tengas una baja expectativa ante la posibilidad de retomar tus habilidades después de muchos años o probar cosas nuevas que no has hecho nunca pero sabes que se te darían bien.

Hablaremos de dotación y talento a través del Modelo Diferenciado de Dotación y Talento de François Gagné, junto con otros dos modelos que le siguieron para explicar el asunto en su totalidad: el Modelo de Desarrollo de las capacidades naturales y el Modelo Integral del desarrollo del talento.

Y finalizaremos hablando de los diferentes «tipos» de persona adulta con alta capacidad y cómo considero que aplica este modelo a la posibilidad de desarrollar tu talento pasados unos años.

¡Vamos allá!

Modelo Diferenciado de dotación y Talento (DMGT)
Dentro de los modelos de desarrollo del talento este es uno de los que más me gusta para explicar por qué algunas personas desarrollan su talento y otras no.

Pero sobre todo me gusta porque parte de la base de reconocer la dotación como esa parte que está ahí desde siempre, lista para ser potenciada y para desarrollarse. A mi modo de ver esto explica por qué la posibilidad de desarrollar tu talento no necesariamente desaparece sino que se mantiene «dormida».

Y es que la alta capacidad suele mal entenderse como algo ya desarrollado, visible y tangible: alguien que toca el piano muy bien, que tiene excelentes habilidades académicas o que es un deportista de élite.

Sin embargo, no siempre se tienen las mismas oportunidades para desarrollar dicho talento y no todos llegamos a desarrollarlo y esta teoría explica por qué.

Definiendo dotación y talento
Para que empieces a comprender de qué te voy a hablar voy a dejarte primero la imagen y después te cuento (porque una imagen vale más que mil palabras y si eres muy visual más todavía).


Gagné, F. (2015)
Esta teoría comienza por definir los siguientes términos:

Dotación: son las capacidades naturales del individuo (dones o aptitudes) que surgen de manera espontánea sin la mediación de un aprendizaje estructurado
Talento: son las competencias adquiridas tras el aprendizaje
En ambas, el nivel de competencia coloca al individuo aproximadamente en un 10% superior entre sus compañeros de la misma edad.

Como ves existen diferentes dominios de habilidades o capacidades naturales que se pueden desarrollar y que con un aprendizaje sistematizado pueden convertirse en un talento o competencia muy superior en uno o más campos específicos.

Pero lo importante de este modelo es que nos explica cómo es posible que una dotación se convierta en un talento.

El proceso de desarrollo y los catalizadores
Para pasar de dotación a talento este modelo propone la necesidad de proporcionar un aprendizaje sistematizado* que incluya:

Una serie de actividades
Una inversión de tiempo y esfuerzo
Una progresión
*ATENCIÓN: si has visto el vídeo de YouTube, cada vez que digo «aprendizaje estructurado» me refiero a aprendizaje sistematizado. El aprendizaje sistematizado puede ser estructurado (escuela, clases etc.) o no estructurado (aprendizaje autodidacta).

En este proceso de desarrollo del talento hay una serie de catalizadores que pueden favorecer o dificultar el proceso de desarrollo del talento:

Catalizadores ambientales (contexto social, escolar y familiar)
Catalizadores intrapersonales (personalidad, actitud, temperamento del individuo)
Como puedes ver en la imagen hay multitud de factores que influyen en el proceso de convertir la dotación en talento: desde el propio proceso de aprendizaje, hasta tu propia personalidad pasando por el entorno.

Y con ello los posibles escenarios futuros son infinitos como te contaré en la segunda parte del post.

Por último, este modelo menciona que la diferencia entre una persona con altas capacidades y una persona normal en cuanto al desarrollo del talento y de las capacidades naturales es la facilidad y la rapidez para el aprendizaje.

Algo que nos acompañará tanto en la infancia como en la etapa adulta.

Modelo de desarrollo de las capacidades naturales (DMNA)
Una pequeña confusión que generaba el anterior modelo era la concepción errónea de que las capacidades naturales, esto es, la dotación es algo innato.

Y es que este autor concebía que aquella palabra no explicaba del todo bien en qué consistía exactamente la dotación y, para explicarlo, creó este modelo.


FUENTE
Este modelo sería, por así decirlo, la base del anterior.

Explica como hay una base genética psicológica y anatómica (esto sí sería la parte innata) que predispone al sujeto para el desarrollo de dichas capacidades naturales.

Y, como en el modelo anterior, para que esa parte genética se materialice en un dominio o capacidad natural debe haber un proceso de desarrollo previo que lo permita.

En este caso, no se trata de un aprendizaje sistematizado sino de un aprendizaje espontáneo junto con un proceso de maduración óptimo.

Este proceso de desarrollo y aprendizaje a su vez se verá influido por los catalizadores ambientales e intrapersonales de los que hemos hablado en el modelo anterior.

Fusión de modelos en el Modelo Integral de desarrollo del talento (CMDT)
Efectivamente los dos modelos anteriores se complementan el uno al otro a la perfección así que, para explicar el fenómeno en su totalidad, el autor creó este modelo que incluye los dos anteriores.


Gagné, F. (2015)
Una imagen vale más que mil palabras.

Para mi este modelo expone la complejidad del desarrollo del talento y la cantidad de variables que intervienen durante el proceso vital de un individuo.

Personalmente, me permite comprender de manera sencilla un asunto que realmente es bastante complejo: por qué algunas personas adultas con altas capacidades desarrollan su talento y otras no.

Y sobre todo, permite explicar por qué NUNCA es tarde para desarrollar tu talento ✨

Dotación y talento en adultos con alta capacidad
Como te comentaba en el vídeo, este modelo me ayuda a explicar la coexistencia de diferentes tipos de adultos con alta capacidad en base al desarrollo de su talento:

Adultos identificados y satisfechos con el desarrollo de su talento
Adultos no identificados pero satisfechos
Adultos identificados pero insatisfechos con el desarrollo de su talento
Adultos no identificados con sensación de fracaso
Adultos con altas capacidades satisfechos con su talento
En el primer lugar, me parece importante clarificar qué entiendo por eso de «satisfechos».

Entiendo que una persona está satisfecha con el desarrollo de su talento en tanto que ha conseguido su éxito personal y profesional (su éxito, no lo que se supone que es el éxito). Personas a las que no les invade tan incesantemente la sensación de fracaso absoluto que otros hemos tenido (aunque pueda haber algo de síndrome del impostor por ahí de vez en cuando).

Por otra parte, cabe mencionar que la identificación es solo una pequeña parte que puede (o no) intervenir en el proceso de desarrollo del talento.

Una pequeña variable dentro de los catalizadores ambientales que, si se usa bien, puede favorecer el desarrollo del talento a través de buena intervención y de un programa de aprendizaje sistematizado adaptado al individuo, junto con un acompañamiento psicoemocional que cuide de las variables intrapersonales.

Sin embargo, puedes estar satisfecho con el desarrollo de tu talento a pesar de no haber sido identificado porque:

o bien tu ambiente ha sido favorable (escuela, familia etc., sobre todo escuela)
o bien, aunque tu entorno familiar o escolar (catalizadores ambientales) no te haya facilitado las cosas, tu temperamento y tu personalidad (catalizadores intrapersonales) te han hecho «tirar para adelante» y conseguir tus logros a pesar de las piedras del camino
De este modo, puede que tengas altas capacidades, te sientas identificado con ello pero no te plantees ni evaluarte ni indagar en el tema simplemente porque no lo necesitas.

Como ves, hay tantos factores que, si la identificación en la infancia va sola, se vuelve insignificante. Aunque, paradójicamente, la evaluación de altas capacidades en la etapa adulta nos hace sentir liberados.

Cuando te sientes un fracaso
Luego están aquellos que fueron identificados en algún momento de su etapa escolar pero que nadie hizo nada por ayudarles e igualmente han terminado sintiéndose igual de fracasados que si no lo hubiesen sabido (o incluso más) y no han desarrollado su (o sus) talentos como les hubiese gustado. Más aún si han sido identificados de altas capacidades pero no de su otra condición, si se trata de un caso de doble excepcionalidad.

Y, por otra parte, cabe mencionar que, aunque hayas sido identificado y hayas desarrollado algún talento específico, puedes sentirte igual de diferente, vulnerable y mediocre que quienes nunca lo supimos.

De nuevo, muchísimos factores a tener en cuenta que culminan con el caso con el que más me siento reflejada al igual que muchos otros adultos con altas capacidades:

Los que nunca fuimos identificados y siempre nos hemos sentido un fracaso.

Creyendo que eres tonta pero, al mismo tiempo, intuyendo que tienes una inteligencia fuera de lo común pero que escondes por miedo.

Algunos intentamos adaptarnos y nos dedicamos a lo que los demás esperan que hagamos. Buscamos el éxito profesional en lo que otros entienden por éxito porque no entendemos por qué narices nos cuesta tanto encajar en esa idea del éxito o por qué tenemos la sensación de que podríamos hacer mil cosas (multipotencial) pero no hacemos ninguna porque nos sentimos abrumados.

Y llega un momento en que parece que ya es tarde.

¿Aún puedo desarrollar mis habilidades o ya están dañadas?
El título que acabas de leer es una transcripción literal de una pregunta que me hicieron por Instagram hace poco y que no ha sido la primera ni será la última.

La más repetida junto con ¿crees que debería evaluarme?

Si ya has llegado al punto de responder a la pregunta de si debes evaluarte o no, llega el momento de la acción el ¿y ahora qué? y te preguntas si quizá no es tarde para ti.

¡NUNCA ES TARDE!

Y menos si tienes capacidad natural para ello.

Cierto es que hay aprendizajes que con el tiempo cuestan más y cierto es que posiblemente el nivel de competencia al que puedas llegar no va a ser el mismo que si hubieses empezado desde el principio.

Pero mi pregunta aquí es ¿le debes algo a alguien?

No, ni siquiera a ti misma.

Lo bueno de ser adulta es que no necesitas sentir la presión que sienten los niños por ser «el primero de la clase». Ahora eres tú con tu talento, cara a cara y eres tú quien decide:

Cómo desarrollarlo, si a través de un aprendizaje estructurado o autodidacta
Hasta qué punto desarrollarlo, ¿necesitas estar entre ese 10% o solo quieres disfrutar?
El desarrollo del talento en la etapa adulta es tan único como lo somos nosotros.

El nivel de desarrollo dependerá de:

Tu estado físico y anímico
Tus intereses y posibilidades
Hasta que punto has desarrollado una capacidad natural relacionada con el talento que quieres desarrollar
Sea cual sea el talento y, sobre todo, sea cual sea el resultado final, tus posibilidades siguen siendo infinitas.

Y, como has visto a través del modelo teórico del que te he hablado:

Tienes mayor facilidad y rapidez para el aprendizaje
Cuentas con una base genética y una capacidad natural
Tienes algún talento dormido esperando a ser despertado
Sé que lo repito mucho pero: nunca es tarde para desarrollar tu talento
En definitiva, nunca es tarde para hacer lo que te apetezca hacer.

Simplemente te invito a disfrutar del proceso de aprendizaje, aprendiendo lo que quieras, como quieras, incluso si crees que no tienes capacidad natural para ello ¡qué más da!

El aprendizaje no tiene límites, así que…

¡A POR ELLO!

Y, ya sabes, si necesitas una ayudita para encontrar este potencial talento y saber cómo empezar a desarrollarlo, aquí me tienes.

Fuentes
Gagné, F. (2015). De los genes al talento: la perspectiva DMGT/CMTD. Revista de Educación, 368, 12-37. DOI: DOI: 10.4438/1988-592X-RE-2015-368-289

martes, 8 de noviembre de 2022

La depresión existencial del adulto superdotado

La depresión existencial del adulto superdotado
Ensayo realizado por Maria Rydkvist en Estocolmo a 15 de enero de 2017 

«Es muy difícil mantener arriba el espíritu. Tienes que convencerte a tí mismo de un montón de cosas buenas, y a algunas personas se les da mejor el mentirse a ellas mismas, que a otras. Si te enfrentas a la realidad demasiado, ésta termina por matarte»- Woody Allen

La depresión existencial afecta especialmente a las personas extremadamente inteligentes. Aunque las personas con mayor inteligencia pueden sufrir cambios en el estado de ánimo, hay estudios que nos indican que este colectivo de individuos a pesar de su intensidad emocional, cometen menor número de suicidios que los individuos con menor CI, aunque un estudio realizado a un grupo de 24 adultos superdotados, demostraba que 16 de ellos habían contemplado la posibilidad y el hecho de cometer un suicidio, y de estos 16, la mitad había llegado a realizar algún intento de suicidio, por lo que este tema del suicidio del adulto superdotado, puede tener muchos matices. Lo que sí se demuestra, es que los problemas de ser «un niño superdotado», se arrastran también en la vida adulta.

El adulto superdotado a menudo necesita de tanta ayuda como el niño superdotado. Los adultos superdotados, raramente son reconocidos como individuos de necesidades especiales, pero aún tienen necesidades especiales psicológicas, sociales y emocionales, que están relacionadas con su elevada inteligencia.

La depresión existencial es algo muy común entre los superdotados. Cuando la gente atraviesa una situación traumática u otro acontecimiento desgraciado, como por ejemplo, el haber perdido el empleo o el fallecimiento de una persona amada, entienden que el mundo que conocían se desmorona, y temporalmente «caen abatidos» por estas situaciones, experimentando un tipo de depresión a la que se denomina depresión existencial.

Pero para otros individuos la depresión existencial surge de una manera más espontánea, y que proviene de su propia percepción de la vida, de sus pensamientos sobre el mundo y el lugar que ocupan en el mismo, y sobre el significado de la vida. Una conciencia amplia y profunda, les permite dilucidar la ineptitud de aquellos en control y en el poder, y el cómo y por qué las cosas que se hacen en nuestra sociedad para mejorarla, no van a servir de ayuda, y a menudo lo que hacen, es empeorar la situación. Los psicólogos James T Webb y Eric Maisel descubrieron que las personas altamente superdotadas y creativas eran particularmente vulnerables a la depresión existencial.

Aunque un episodio de lo que normalmente se denomina depresión existencial puede afectar a la vida de cualquier persona, ante un momento de pérdida o de temor a una pérdida que nos muestre el verdadero recorrido vital, las personas con una más elevada capacidad intelectual, son más propensas a experimentar la depresión existencial de un modo espontáneo. A veces, esta depresión existencial está íntimamente vinculada a la desintegración positiva que afirmaba Dabrowski (1996). En la investigación de Dabrowski los individuos que «caen abatidos» deben de encontrar un modo de «recomponerse nuevamente», ya sea recomponiéndose en el estado anterior del que partieron, o demostrando un nuevo crecimiento y llegando a recomponerse en un nuevo y más elevado estado de funcionamiento. Las personas más inteligentes son normalmente más intensas, sensitivas e idealistas, y pueden ver las inconsistencias y absurdeces en los valores y comportamientos de los otros. (Webb, Gore, Amend, & DeVries, 2007).

Dabrowski descubrió que las personas con mayor «potencial de desarrollo», que procedía de una estructura innata que incluía un mayor nivel de reactividad del sistema nervioso llamado sobreexcitabilidad, poseían una mayor conciencia y entendimiento de la propia extensión de la vida, y de las diferentes formas en las que la gente podía vivirla, pero este gran potencial, también les predisponía a crisis personales y emocionales.

La depresión existencial, no responde a medicación o a las terapias convencionales de la depresión, y no puede ser curada, solamente manejada, y aparece, cuando se cuestionan ciertas cuestiones básicas de la propia existencia a las que Yalom (1980) describe como «preocupaciones últimas», tales como la muerte, la libertad, la soledad, y la falta de significado.

¿Pero por qué este tipo de cuestionamientos existenciales se dan de manera desproporcionada en las personas superdotadas? En parte, es porque el propio pensamiento substancial y la propia reflexión, acogen y ponen en marcha tales cuestionamientos, en lugar de centrarse simplemente en los aspectos superficiales de la vida. La capacidad de ver más allá de la mayoría, y la capacidad de sentir sentimientos y pensamientos de introspección de manera inmediata y espontánea, puede llevar a los adultos superdotados a sentirse desconectados, separados y diferentes de los demás. Los sentimientos indeseables de culpa y de impotencia, pueden hacer que el objetivo de acometer «su gran visión», les haga finalmente sentirse vacíos y carentes de sentido.

Esta capacidad inusual de introspección del superdotado, se extiende más allá de la mera consecución académica o artística, a lo psicológico. Los individuos superdotados pueden ver a través de la «fachada social» y entender los motivos reales que mueven las intenciones de los demás. La depresión existencial, es una depresión relacionada con los conceptos extremandamente abstractos de la finalidad de la muerte, o la trivialidad del propio ser humano, y el sentido (o la falta del mismo) de la vida. Los individuos superdotados tienen una mayor propensión a sentir ansiedad por estas cuestiones.

La falta de sentido y el autoconcepto en el superdotado

Cuando esta intensidad y sensitividad se combinan con el idealismo, lo cual sucede en los individuos superdotados, ocurre algo positivo, y es que estos pueden por un lado, intuir y entender cómo las cosas pueden llegar a ser, pero a su vez esto, puede producirles frustración, desilusión e infelicidad, y que tienen como resultado esta depresión existencial del superdotado, a veces como un estado de ánimo permanente que se solapa a otros estados de ánimo del día a día.

Son muchas las dificultades psicológicas a las que se ve sometido el altamente superdotado, sobre todo en términos de autoestima y de autoconcepto. Los extremadamente superdotados tienen una gran dificultad para recibir un feedback correcto, adecuado y que valide su autoconcepto, y aunque son los que poseen la mayor capacidad para crear estructuras y conectar información de todo tipo, son los que al mismo tiempo tienen la mayor necesidad de saber, de conocer y de cuestionarse la propia vida y el sentido de la misma. Los individuos promedio no suelen crear su propia estructura de pensamiento y tienden a razonar de un modo lineal, paso a paso.

Para las personas fuera de la norma, cómo sucede con los superdotados, el obtener un feedback que esté a la altura de sus capacidades reales, sus fortalezas, pero también sus debilidades, y que de lugar a la aceptación de las características de su personalidad, es algo muy difícil de encontrar.

La soledad y el aislamiento

La soledad es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los individuos superdotados. La soledad que experimentan los superdotados, no está causada por su superdotación, sino por la respuesta que reciben de la sociedad a la misma. La gente se suicida porque desean aliviarse del dolor. En el caso de los superdotados, lo peor que les sucede, no es el acabar estando completamente solos, sino lo peor de la vida, es que la gente que les rodea, hagan que sientan esa tremenda soledad. El comprender tanto, y saber hacer tantas cosas, termina produciendo un sentimiento de impotencia, y a tener que guardarse todo dentro, al no poder compartirlo con el grupo, hasta el punto de que los pensamientos de suicidio, puedan convertirse en compañero del día a día, de muchos superdotados. Esto es parte del dolor que produce la alta superdotación.

La sensitividad inusual de la población altamente superdotada, les puede causar dolor de distintas maneras. La fuente de dolor más dolorosa para los altamente superdotados es que no encajan con las expectativas de nuestra cultura, con las normas, y con el propio sistema. Son diferentes en una cultura que aborrece y teme lo diferente, en una cultura que cada vez más define aquello que es diferente, como algo patológico. Además, esta diferencia puede desembocar en ataques de los demás.

Puede ser que no haya modo de cambiar a la persona, cambiar la situación en sí que crea el problema, y que no haya manera de poner a la misma, en un entorno más seguro. A veces, existen estrategias que pueden aliviar el problema actual, pero que pueden llegar a crear un problema similar, o incluso mayor. Nuestra influencia cultural nos lleva a querer intentar encontrar la solución a cada problema, pero ignora el hecho, de que algunas situaciones, no son meros problemas, sino que se trata de dilemas, en los cuales todas las alternativas posibles, también tienen sus consecuencias negativas.

Micropensamiento. Las mentiras y yo

No sé mentir, elaboró una pequeña mentira durante días y cuando llega el día de decirla, me la imagino en mi mente y las palabras que salen ...