Todxs navegamos en esos vaivenes emocionales donde de repente el corazón se encoje y la tristeza y melancolía inunda todo a nuestro paso.
Son los fantasmas del pasado, esos fantasmas que nos engañan, que nos distorsionan el mundo, que nos desdoblan por dentro y nos hacen perder la esperanza y siembran a su paso, la desconfianza en las miradas de aquellxs que desde su bondad nos tienen su mano para darnos calor allá donde el frío paraliza.
Son los fantasmas del pasado, que no nos dejan desprendernos de nuestra mochila para poder caminar lijexs hacia nuestro camino incierto, que eliminan el color a nuestras emociones para sentir una mariposa cuando se posa en una flor.
Son nuestros fantasmas del pasado