viernes, 23 de marzo de 2018

REFLEXIÓN Y PELÍCULA ORIENTE ES ORIENTE

Os dejo mi pequeña reflexión sobre la película Oriente es Oriente y el enlace de la misma para que podáis disfrutar de este maravilloso film.

Oriente es Oriente es un film que trata de recoger, de forma irónica y ficticia, los diferente efectos que producen los flujos migratorios tan necesarios para el crecimiento de “nuestras” ciudades, (Manuel Delgado, 2003), en las personas migradas y en la propia sociedad de acogida y cómo estas sociedades que se desarrollan hacia el multiculturalismo desfavorecen a las minorías étnicas ante la cultura mayoritaria, 

(Jiménez, 2000) obligándoles a aceptar de alguna manera, diferentes cánones sociales en el proceso que conocemos cómo asimilación. (Laparra, 2003) desarrollando en muchos casos, conductas de racismo y xenofobia y privando a los individuos de su propia identidad.

Al mismo tiempo, sus protagonistas nos acercan de alguna manera, a una realidad de diferentes trayectorias migratorias (migración externa, interna e hijos de inmigrantes) y todo lo que supone a un nivel social, político y económico para la sociedad de acogida; y como los países de procedencia, en este caso Pakistan, también se ven beneficiados por esas circunstancias al producirse un movimiento de divisas importante y a su vez cierto enriquecimiento en las estructuras internas del país, 

(Fernández Rasines, 2003), teniendo en cuenta que cada país desarrolla estos procesos de forma diferente ya que su trayectoria-desarrollo no es el mismo. (Este hecho no está recogido de forma muy explícita en el film.)

La película refleja muchas de estas circunstancias en la conducta de los intérpretes, sobre todo con el protagonista principal, (inmigrante Pakistani en Inglaterra) cuando obliga a sus hijos/as, (nacidos en Inglaterra por lo tanto ciudadanos ingleses, considerados ciudadanos de segunda categoría), a llevar a cabo muchas de las costumbres Pakistanis de una forma “exagerada”, como la práctica de la religión, en éste caso musulmana, la petición de mano para los hijos varones, el autoritarismo con su mujer con agresión y maltrato psicológico..., con el fin de realzar esa identidad truncada y hacerse un espacio en la sociedad. Al mismo tiempo la reacción de los vecinos es de rechazo ante esas prácticas religiosas para distinguirse y defenderse de lo “diferente” y por lo tanto surgen esas conductas de racismo y xenofobia, la desigualdad y el rechazo; convirtiéndolos así en“enemigos culturales” a los ojos de los “otros”. (Álvarez, 2002).
Hay que tener en cuenta, que esta conducta violenta no se puede generalizar a todo el colectivo de inmigrantes musulmanes, sino que más bien nos deberíamos de fijar en la política de negativa que utilizan los diferentes gobiernos contra este colectivo y más concretamente en la imagen falseada y la alarma de inseguridad que nos presentan para que estemos más “alerta”. (Unzurrunzaga, 2003).
¿Hasta cuando vamos a silenciar a estas personas, hombres, mujeres y niños venidos de otras partes del mundo?. ¿Cuándo aceptaremos que vivimos en una sociedad multirracial y formamos parte de ella?. ¿Cuándo dejaremos de ser ficha de parchís en las políticas negativas de nuestros gobiernos?. No cerremos los ojos ante ésta realidad, porque con nuestra actitud hacemos que todas estas injusticias sean posibles.

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