Haciendo Pedagogía
Modelo diferencial de dotación y talento ¿Es tarde para recuperar mis habilidades?
por Sandra Medina
Hoy traigo a la palestra el Modelo diferencial de dotación y talento para dar respuesta a lo siguiente:
¿Es tarde para recuperar mi talento?
Una pregunta que muchos adultos con altas capacidades se han hecho (especialmente tras una valoración tardía), y que se repite mucho en mi bandeja de entrada de Instagram.
Y es que, si has llegado a tu valoración en la etapa adulta tras una sensación de fracaso, es probable que tengas una baja expectativa ante la posibilidad de retomar tus habilidades después de muchos años o probar cosas nuevas que no has hecho nunca pero sabes que se te darían bien.
Hablaremos de dotación y talento a través del Modelo Diferenciado de Dotación y Talento de François Gagné, junto con otros dos modelos que le siguieron para explicar el asunto en su totalidad: el Modelo de Desarrollo de las capacidades naturales y el Modelo Integral del desarrollo del talento.
Y finalizaremos hablando de los diferentes «tipos» de persona adulta con alta capacidad y cómo considero que aplica este modelo a la posibilidad de desarrollar tu talento pasados unos años.
¡Vamos allá!
Modelo Diferenciado de dotación y Talento (DMGT)
Dentro de los modelos de desarrollo del talento este es uno de los que más me gusta para explicar por qué algunas personas desarrollan su talento y otras no.
Pero sobre todo me gusta porque parte de la base de reconocer la dotación como esa parte que está ahí desde siempre, lista para ser potenciada y para desarrollarse. A mi modo de ver esto explica por qué la posibilidad de desarrollar tu talento no necesariamente desaparece sino que se mantiene «dormida».
Y es que la alta capacidad suele mal entenderse como algo ya desarrollado, visible y tangible: alguien que toca el piano muy bien, que tiene excelentes habilidades académicas o que es un deportista de élite.
Sin embargo, no siempre se tienen las mismas oportunidades para desarrollar dicho talento y no todos llegamos a desarrollarlo y esta teoría explica por qué.
Definiendo dotación y talento
Para que empieces a comprender de qué te voy a hablar voy a dejarte primero la imagen y después te cuento (porque una imagen vale más que mil palabras y si eres muy visual más todavía).
Gagné, F. (2015)
Esta teoría comienza por definir los siguientes términos:
Dotación: son las capacidades naturales del individuo (dones o aptitudes) que surgen de manera espontánea sin la mediación de un aprendizaje estructurado
Talento: son las competencias adquiridas tras el aprendizaje
En ambas, el nivel de competencia coloca al individuo aproximadamente en un 10% superior entre sus compañeros de la misma edad.
Como ves existen diferentes dominios de habilidades o capacidades naturales que se pueden desarrollar y que con un aprendizaje sistematizado pueden convertirse en un talento o competencia muy superior en uno o más campos específicos.
Pero lo importante de este modelo es que nos explica cómo es posible que una dotación se convierta en un talento.
El proceso de desarrollo y los catalizadores
Para pasar de dotación a talento este modelo propone la necesidad de proporcionar un aprendizaje sistematizado* que incluya:
Una serie de actividades
Una inversión de tiempo y esfuerzo
Una progresión
*ATENCIÓN: si has visto el vídeo de YouTube, cada vez que digo «aprendizaje estructurado» me refiero a aprendizaje sistematizado. El aprendizaje sistematizado puede ser estructurado (escuela, clases etc.) o no estructurado (aprendizaje autodidacta).
En este proceso de desarrollo del talento hay una serie de catalizadores que pueden favorecer o dificultar el proceso de desarrollo del talento:
Catalizadores ambientales (contexto social, escolar y familiar)
Catalizadores intrapersonales (personalidad, actitud, temperamento del individuo)
Como puedes ver en la imagen hay multitud de factores que influyen en el proceso de convertir la dotación en talento: desde el propio proceso de aprendizaje, hasta tu propia personalidad pasando por el entorno.
Y con ello los posibles escenarios futuros son infinitos como te contaré en la segunda parte del post.
Por último, este modelo menciona que la diferencia entre una persona con altas capacidades y una persona normal en cuanto al desarrollo del talento y de las capacidades naturales es la facilidad y la rapidez para el aprendizaje.
Algo que nos acompañará tanto en la infancia como en la etapa adulta.
Modelo de desarrollo de las capacidades naturales (DMNA)
Una pequeña confusión que generaba el anterior modelo era la concepción errónea de que las capacidades naturales, esto es, la dotación es algo innato.
Y es que este autor concebía que aquella palabra no explicaba del todo bien en qué consistía exactamente la dotación y, para explicarlo, creó este modelo.
FUENTE
Este modelo sería, por así decirlo, la base del anterior.
Explica como hay una base genética psicológica y anatómica (esto sí sería la parte innata) que predispone al sujeto para el desarrollo de dichas capacidades naturales.
Y, como en el modelo anterior, para que esa parte genética se materialice en un dominio o capacidad natural debe haber un proceso de desarrollo previo que lo permita.
En este caso, no se trata de un aprendizaje sistematizado sino de un aprendizaje espontáneo junto con un proceso de maduración óptimo.
Este proceso de desarrollo y aprendizaje a su vez se verá influido por los catalizadores ambientales e intrapersonales de los que hemos hablado en el modelo anterior.
Fusión de modelos en el Modelo Integral de desarrollo del talento (CMDT)
Efectivamente los dos modelos anteriores se complementan el uno al otro a la perfección así que, para explicar el fenómeno en su totalidad, el autor creó este modelo que incluye los dos anteriores.
Gagné, F. (2015)
Una imagen vale más que mil palabras.
Para mi este modelo expone la complejidad del desarrollo del talento y la cantidad de variables que intervienen durante el proceso vital de un individuo.
Personalmente, me permite comprender de manera sencilla un asunto que realmente es bastante complejo: por qué algunas personas adultas con altas capacidades desarrollan su talento y otras no.
Y sobre todo, permite explicar por qué NUNCA es tarde para desarrollar tu talento ✨
Dotación y talento en adultos con alta capacidad
Como te comentaba en el vídeo, este modelo me ayuda a explicar la coexistencia de diferentes tipos de adultos con alta capacidad en base al desarrollo de su talento:
Adultos identificados y satisfechos con el desarrollo de su talento
Adultos no identificados pero satisfechos
Adultos identificados pero insatisfechos con el desarrollo de su talento
Adultos no identificados con sensación de fracaso
Adultos con altas capacidades satisfechos con su talento
En el primer lugar, me parece importante clarificar qué entiendo por eso de «satisfechos».
Entiendo que una persona está satisfecha con el desarrollo de su talento en tanto que ha conseguido su éxito personal y profesional (su éxito, no lo que se supone que es el éxito). Personas a las que no les invade tan incesantemente la sensación de fracaso absoluto que otros hemos tenido (aunque pueda haber algo de síndrome del impostor por ahí de vez en cuando).
Por otra parte, cabe mencionar que la identificación es solo una pequeña parte que puede (o no) intervenir en el proceso de desarrollo del talento.
Una pequeña variable dentro de los catalizadores ambientales que, si se usa bien, puede favorecer el desarrollo del talento a través de buena intervención y de un programa de aprendizaje sistematizado adaptado al individuo, junto con un acompañamiento psicoemocional que cuide de las variables intrapersonales.
Sin embargo, puedes estar satisfecho con el desarrollo de tu talento a pesar de no haber sido identificado porque:
o bien tu ambiente ha sido favorable (escuela, familia etc., sobre todo escuela)
o bien, aunque tu entorno familiar o escolar (catalizadores ambientales) no te haya facilitado las cosas, tu temperamento y tu personalidad (catalizadores intrapersonales) te han hecho «tirar para adelante» y conseguir tus logros a pesar de las piedras del camino
De este modo, puede que tengas altas capacidades, te sientas identificado con ello pero no te plantees ni evaluarte ni indagar en el tema simplemente porque no lo necesitas.
Como ves, hay tantos factores que, si la identificación en la infancia va sola, se vuelve insignificante. Aunque, paradójicamente, la evaluación de altas capacidades en la etapa adulta nos hace sentir liberados.
Cuando te sientes un fracaso
Luego están aquellos que fueron identificados en algún momento de su etapa escolar pero que nadie hizo nada por ayudarles e igualmente han terminado sintiéndose igual de fracasados que si no lo hubiesen sabido (o incluso más) y no han desarrollado su (o sus) talentos como les hubiese gustado. Más aún si han sido identificados de altas capacidades pero no de su otra condición, si se trata de un caso de doble excepcionalidad.
Y, por otra parte, cabe mencionar que, aunque hayas sido identificado y hayas desarrollado algún talento específico, puedes sentirte igual de diferente, vulnerable y mediocre que quienes nunca lo supimos.
De nuevo, muchísimos factores a tener en cuenta que culminan con el caso con el que más me siento reflejada al igual que muchos otros adultos con altas capacidades:
Los que nunca fuimos identificados y siempre nos hemos sentido un fracaso.
Creyendo que eres tonta pero, al mismo tiempo, intuyendo que tienes una inteligencia fuera de lo común pero que escondes por miedo.
Algunos intentamos adaptarnos y nos dedicamos a lo que los demás esperan que hagamos. Buscamos el éxito profesional en lo que otros entienden por éxito porque no entendemos por qué narices nos cuesta tanto encajar en esa idea del éxito o por qué tenemos la sensación de que podríamos hacer mil cosas (multipotencial) pero no hacemos ninguna porque nos sentimos abrumados.
Y llega un momento en que parece que ya es tarde.
¿Aún puedo desarrollar mis habilidades o ya están dañadas?
El título que acabas de leer es una transcripción literal de una pregunta que me hicieron por Instagram hace poco y que no ha sido la primera ni será la última.
La más repetida junto con ¿crees que debería evaluarme?
Si ya has llegado al punto de responder a la pregunta de si debes evaluarte o no, llega el momento de la acción el ¿y ahora qué? y te preguntas si quizá no es tarde para ti.
¡NUNCA ES TARDE!
Y menos si tienes capacidad natural para ello.
Cierto es que hay aprendizajes que con el tiempo cuestan más y cierto es que posiblemente el nivel de competencia al que puedas llegar no va a ser el mismo que si hubieses empezado desde el principio.
Pero mi pregunta aquí es ¿le debes algo a alguien?
No, ni siquiera a ti misma.
Lo bueno de ser adulta es que no necesitas sentir la presión que sienten los niños por ser «el primero de la clase». Ahora eres tú con tu talento, cara a cara y eres tú quien decide:
Cómo desarrollarlo, si a través de un aprendizaje estructurado o autodidacta
Hasta qué punto desarrollarlo, ¿necesitas estar entre ese 10% o solo quieres disfrutar?
El desarrollo del talento en la etapa adulta es tan único como lo somos nosotros.
El nivel de desarrollo dependerá de:
Tu estado físico y anímico
Tus intereses y posibilidades
Hasta que punto has desarrollado una capacidad natural relacionada con el talento que quieres desarrollar
Sea cual sea el talento y, sobre todo, sea cual sea el resultado final, tus posibilidades siguen siendo infinitas.
Y, como has visto a través del modelo teórico del que te he hablado:
Tienes mayor facilidad y rapidez para el aprendizaje
Cuentas con una base genética y una capacidad natural
Tienes algún talento dormido esperando a ser despertado
Sé que lo repito mucho pero: nunca es tarde para desarrollar tu talento
En definitiva, nunca es tarde para hacer lo que te apetezca hacer.
Simplemente te invito a disfrutar del proceso de aprendizaje, aprendiendo lo que quieras, como quieras, incluso si crees que no tienes capacidad natural para ello ¡qué más da!
El aprendizaje no tiene límites, así que…
¡A POR ELLO!
Y, ya sabes, si necesitas una ayudita para encontrar este potencial talento y saber cómo empezar a desarrollarlo, aquí me tienes.
Fuentes
Gagné, F. (2015). De los genes al talento: la perspectiva DMGT/CMTD. Revista de Educación, 368, 12-37. DOI: DOI: 10.4438/1988-592X-RE-2015-368-289