Hoy me he cruzado con una de esas personas mágicas, varón de mediana edad. Piel morena miel, tersa, con un ligero color azabache, sin arrugas definidas, en ese momento de observación, se me ha antojado que le daba un aire juvenil y simpático. Sus ojos carbón se cruzaron atravesando juguetones mis pupilas como queriendo perfilar mis secretos, el pelo negro alborotado le daba un aire infantil y dulzón que me ha invitado ha entablar una sencilla pero profunda conversación. Su singular dificultad en el lenguaje, me ha obligado a infantilizar el mío.
A los pocos minutos de intercambiar palabras, me he percatado que sus ojos se iban tiñendo en lágrimas, sin llegar al llanto. Involuntariamente, se ha visto transportado al país de su infancia y soñaba en la lejanía con regresar.
Y entonces pensé: las miradas y las palabras pueden atravesar almas y los pequeños actos que se realizan en los encuentros espontáneos con personas desconocidas, ayudan a engrandecer nuestro conocimiento y hacernos más humanos.
Que grande eres, Txus. Los pelos de punta. Me he sentido omo su estuviese allí mismo de Observadora.
ResponderEliminarGrscias.
🤗🤗🤗
EliminarBellísimo,
ResponderEliminarGracias 💕
EliminarGracias amiga😘😘😘
EliminarGenial, como siempre 😘
ResponderEliminar😘😘😘... Gracias
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