Kazimier Dabrowski fue un psicólogo y psiquiatra polaco que aportó una forma diferente de entender el desarrollo mental y la superdotación. Sus postulados se basan en la experiencia que adquirió con superdotados en los que observaba la presencia de mecanismos que favorecían el desarrollo psicológico y la evolución hacia estadios más avanzados de la personalidad.
Dabrowski ofrece una nueva visión y muestra la existencia de una serie de factores básicos que al ponerse en funcionamiento generan conflictos entre las estructuras y funciones mentales; y cuya finalidad es conducir al individuo al desarrollo de su ser y su psique.
Las asunciones básicas en que se fundamenta la teoría, llamada de Desintegración Positiva, son, por un lado, que el desarrollo mental constituye una transición desde rangos inferiores a rangos superiores de entendimiento y procesamiento; y por otro, que ese desarrollo no se produce a través de procesos armónicos, sino que conlleva vivencias cargadas de tensión, conflictos, ansiedad y sufrimiento.
Únicamente pueden encontrarse individuos sin una lucha interior cuando están en el nivel más primitivo de desarrollo y no presentan potencial evolutivo, o bien cuando ya han alcanzado el nivel superior.
La teoría de la Desintegración Positiva plantea una transición del individuo desde niveles inferiores a niveles superiores de desarrollo. No obstante, para dar este paso, la persona debe entrar en conflicto con todos los valores que fundamentan su conducta. En los primeros estadios, esta lucha aparece cuando toma conciencia de su tendencia innata y la compara con los valores sociales. Se produce así la primera desintegración. A medida que el sujeto evoluciona, nuevas informaciones externas e internas le permiten un replanteamiento más complejo entre lo que es y lo que debería ser y se genera en él un mayor nivel de ansiedad y conflicto.
Durante el tránsito por los diferentes niveles el sujeto muestra una serie de comportamientos que pueden ser evaluados como signos de nerviosismo o neurosis; sin embargo, desde la perspectiva de Dabrowski, estas reacciones son positivas porque suponen la conciencia del conflicto interno que conducirá estadios superiores de desarrollo.
Niveles en la Desintegración Positiva
1. Integración primaria
Este primer nivel de desarrollo está dominado por tendencias innatas y egocéntricas que llevan a entender el ambiente externo como un medio para conseguir los propios intereses y a quienes lo rodean como meros instrumentos para alcanzar objetivos. Es un nivel con ausencia de conflicto interno o dinamismos psicológicos que lo promuevan. El único conflicto es de naturaleza externa, generado por la búsqueda de éxito.
2. Desintegración uninivel
Se produce el primer conflicto interno. Se asumen los valores sociales sobre lo que es y no es moral y se contrasta esta información con las tendencias egocéntricas anteriores. Aún es una lucha horizontal, en la que no aparece una jerarquía de valores, sino que se actúa de forma ambivalente respondiendo tanto a tendencias innatas como a tendencias sociales. Los intereses pasan de ser egocéntricos a responder a la norma social. El individuo busca la aceptación de su grupo de referencia.
3. Desintegración multinivel espontánea
La persona logra desarrollar una jerarquía de valores internos. El conflicto deja de ser horizontal para producirse de manera vertical, llevando al individuo a estándares de conducta superiores. El sujeto se siente insatisfecho con lo que es y se plantea lo que debería ser. Pero, aunque el conflicto y el desarrollo se están generando de manera interna, no existe una conciencia clara de la situación.
Es en este momento cuando aparecen las primeras funciones internas complejas o dinamismos, que conforman un entramado de estrategias que se ponen en marcha para superar el conflicto y alcanzar niveles superiores de desarrollo.
4. Desintegración multinivel organizada
El sujeto deja de plantearse la diferencia entre lo que es y lo que debería ser para preguntarse lo que será. Asume por completo la necesidad de cambio y desarrolla nuevos dinamismos que van más allá en la búsqueda del ideal de personalidad.
La conciencia sobre este ideal es plena y el individuo acepta su compromiso en el camino hacia esa meta. La conducta es promovida por un sentido de responsabilidad hacia sí mismo y los demás, y por un sentimiento altruista de entrega y superación. La jerarquía de valores pasa de ser un contraste entre las propias creencias y la sociedad cercana, a ser una lucha entre las tendencias y asunciones internas y valores más universales.
5. Integración secundaria
Se alcanza el pleno desarrollo positivo de autorrealización en un ideal de personalidad caracterizado por la superación de las limitaciones contextuales de la cultura de origen y el arribo a cotas de abstracción universales, promoviendo un comportamiento de responsabilidad, bondad y altruismo. Las tendencias instintivas características de los primeros niveles de desarrollo se superan, así como las conductas derivadas de presiones sociales externas.
Dabrowski destaca la dificultad de alcanzar este nivel y la casi inexistencia de individuos que lo consigan, así como la idea de que la mayoría permanecen toda la vida en el primer nivel, el de integración primaria.
Dinamismos
En la teoría de Dabrowski existen también los denominados dinamismos, funciones de la personalidad en cada nivel de desarrollo. Son rasgos disposicionales, emociones complejas que constituyen los aspectos cognitivos y emocionales de cada nivel de desarrollo. Dependiendo del nivel pueden observarse diferentes dinamismos. Aunque la teoría aparece subdividida en momentos y fuerzas, en la realidad se plasma como un grupo de tendencias, conflictos y evoluciones. Aunque en la clasificación se distingue el momento de su aparición, algunos permanecen presentes en el proceso de desintegración positiva durante más de un nivel.
En la personalidad característica del primer estadio no existen dinamismos de desarrollo, solo dinamismos de no-desarrollo. En la desintegración uninivel, los dinamismos básicos que caracterizan el conflicto son: ambivalencia, susceptibilidad hacia la influencia externa, identificación con la imagen de otra persona buscando un ideal externo, conflicto interno y externo. En el tercer estadio, aparece una distinción entre lo que se es y lo que debería ser. Los principales dinamismos presentes en este nivel son la insatisfacción con uno mismo, la inferioridad, la incredulidad, la vergüenza, la culpa y el desajuste positivo o manifestación de la protesta interna hacia el medio social gracias a un incipiente pensamiento independiente, la empatía y el conflicto interno.
En el último nivel de desarrollo, los dinamismos permiten el paso desde el conflicto interno hacia el ajuste del sujeto a su ideal de personalidad o fin último de su desarrollo. Se busca alcanzar valores morales y sociales de carácter universal desde la auto-conciencia, auto-conocimiento, auto-educación, responsabilidad, autenticidad, autonomía y empatía.
Las sobre excitabilidades y el potencial de desarrollo
Para llevar a cabo la desintegración positiva se dispone de un potencial de partida o potencial de desarrollo formado por tres componentes: herencia, ambiente y un factor autónomo.
La herencia responde a unas capacidades de partida de las que el sujeto dispone denominadas sobre-excitabilidades. El ambiente lo constituyen las posibilidades que el medio otorga para que se lleve a cabo esa evolución y el factor autónomo hace referencia a la autoconciencia y autodirección que el individuo presenta y elige conscientemente.
Hay, por lo tanto, dos factores internos que promueven la desintegración positiva. La conciencia del sujeto sobre sus posibilidades, las posibilidades del ambiente y cómo pueden combinarse. Y las sobre excitabilidades que determinan el potencial innato para alcanzar los niveles de desarrollo. Dependiendo del grado en que se den estas intensidades y la forma en que se consigan ajustar al medio a través del factor autónomo, se podrán alcanzar niveles superiores en el proceso de desintegración positiva.
Sobre excitabilidades
Existen cinco tipos de sobre-excitabilidades propuestas por Dabrowski: psicomotora, emocional, intelectual, sensitiva e imaginativa. Al constituir rasgos internos que determinan el potencial de desarrollo, su medición puede ayudar a perfilar la expectativa sobre el proceso de desintegración positiva.
1. Psicomotora
Aparece como una manifestación de la excitabilidad del sistema neuro-muscular. Esta capacidad permite traducir en respuestas psicomotoras algunas de las tensiones emocionales que el individuo sufre como consecuencia del conflicto interno. Cuanto mayor es el potencial de desarrollo, mayor es la probabilidad de sufrir estos conflictos internos y más susceptible de observación será la tensión manifestada y la conducta psicomotora.
2. Sensitiva
Es la capacidad para disfrutar de los placeres sensoriales. También pueden encontrarse transferencias de los conflictos emocionales internos a través de una sobrerreacción ante algunos estímulos.
3. Imaginativa
En su forma más pura la sobre excitabilidad imaginativa se manifiesta a través de la asociación de imágenes e impresiones, una gran creatividad y la utilización de la metáfora en la expresión oral. En su forma menos pura puede verse representada en sueños, pesadillas, mezcla de realidad y fantasía o miedo ante lo desconocido.
4. Intelectual
Esta sobre excitabilidad se traduce en la necesidad que presenta el individuo de saber, cuestionándose todo lo que le rodea, preocupado por los problemas teóricos y formulando preguntas sobre temas complejos.
5. Emocional
Es la capacidad para experimentar relaciones emocionales. Puede manifestarse como acercamiento y dependencia de personas, animales, objetos o cosas. No tiene valor si no va unida a la relación con algo externo que no sea el propio sujeto y su comportamiento.
La manifestación de las sobre excitabilidades, según la teoría de Dabrowski, depende del nivel en que se encuentre el sujeto. En el nivel de integración primaria, un individuo mostrará unas intensidades poco notables y las sobre excitabilidades más frecuentes son la psicomotora o la sensitiva.
Estas pueden tener efectos positivos y negativos. Se puede tener abundante energía, sentidos muy desarrollados, una imaginación vívida, un insaciable deseo de aprender y una capacidad inusual para responsabilizarse y cuidar de los demás, pero eso también puede traducirse en una incapacidad para estar quieto, intolerancia hacia los sonidos fuertes, una imaginación desbordante, una sensibilidad excesiva y un interés intelectual que le impida dirigir su atención hacia otros estímulos.
Dabrowski asigna más importancia a la sensibilidad emocional, y lo evidencia al analizar el fin último que persigue el desarrollo humano: un ideal de personalidad regido por la bondad y el altruismo.
Estos descubrimientos han tenido una gran repercusión en la aplicación de la teoría al mundo de la superdotación, ya que se ha llegado a la conclusión de que la sobre excitabilidad emocional es incluso más intensa que la intelectual a la hora de determinar la alta capacidad.
No obstante, es la combinación de todas ellas la que puede realmente indicar la verdadera existencia de una sobredotación y da la pista sobre nuevas posibilidades en el proceso de identificación y diagnóstico frente a los métodos tradicionales.
La teoría de Dabrowski para la superdotación
La teoría de la Desintegración Positiva de Dabrowski comenzó a tomar relevancia en relación con la superdotación a partir de la publicación en 1979 del libro «New Voices in Counseling the Gifted» y la contribución de Piechowski en defensa de las sobre excitabilidades como indicadores de altas capacidades frente a la relatividad de los test de inteligencia y otros métodos de identificación.
Como la teoría se basa en la experiencia clínica adquirida en el trabajo con adolescentes, adultos creativos y adultos superdotados, así como en biografías de personalidades eminentes, los resultados llevan a plantearse la utilización de la teoría en el campo de las altas capacidades y el uso de las sobre excitabilidades como indicador.
Investigaciones actuales
El interés surgido por los planteamientos de la teoría dabrowskiana responde a la necesidad y el compromiso en el proceso de identificación y diagnóstico de las altas capacidades, superando las medidas del Cociente Intelectual. La teoría permite entender el fenómeno desde otra perspectiva que enriquece al orientador y también a la persona evaluada, que llega a comprender el sentido de sus conflictos internos.
El uso de los instrumentos derivados de la teoría no rechaza los test de inteligencia. Lo que plantea es la necesidad de una visión más abarcativa, que permita diagnosticar la superdotación independientemente de los posibles problemas o déficits que los alumnos presenten. Los test de inteligencia, las pruebas pedagógicas y los instrumentos usados para medir otras variables son válidos en cuanto facilitan el conocimiento de cada caso, con el fin último de atender de manera efectiva las necesidades de cada individuo.
Síntesis
La teoría de la Desintegración Positiva de Dabrowski afirma que el individuo puede evolucionar desde estadios inferiores caracterizados por una búsqueda egocéntrica de la felicidad, a niveles superiores en los que la acción y el pensamiento se orientan hacia valores humanos universales y el comportamiento se rige por una actividad y conciencia puramente altruistas.
Para la evolución a lo largo de este proceso de desintegración positiva, la teoría parte de la existencia de una base definida como potencial de desarrollo compuesto por tres factores: el ambiente, el factor autónomo y las sobre excitabilidades.
Las funciones de la personalidad y rasgos disposicionales en cada nivel se denominan dinamismos y aparecen en los cinco niveles de desintegración positiva, yendo desde tendencias simples y egocéntricas hacia fines de marcada intención social y altruista.
Así, las tendencias internas van evolucionando desde un enfoque egoísta del medio y su uso, pasando por conductas regidas por las normas sociales externas, hacia niveles en los que la intención es conducida fundamentalmente por la conciencia interna.
Las sobre excitabilidades se entienden como intensidades psíquicas. Son manifestaciones de un potencial de desarrollo innato, relativas a cinco capacidades: psicomotora, emocional, intelectual, sensitiva e imaginativa, que son las que de forma más nítida conectan con el estudio de la superdotación.
Las sobre excitabilidades disponen de una capacidad predictiva importante respecto al potencial de desarrollo. Cuanta más intensidad demuestre la persona en cada una de ellas, más probable será que alcance niveles superiores de desarrollo.
El individuo superdotado dispone de un potencial considerablemente mayor a la media guiado por su alta intensidad. Se parte así de la hipótesis de que a mayores sobre excitabilidades, mayor potencial del sujeto y, por tanto, más indicador de altas capacidades.
Esta entrada sobre la teoría de la
Desintegración Positiva es una una síntesis del texto de
Raquel Pardo de Santayana, especialista en altas capacidades, publicado por la Universidad Complutense de Madrid sobre las aportaciones, los conceptos fundamentales, estadios y dinamismos sobre los que se funda la teoría de Dabrowski. El texto completo puede leerse
aquí.