Contaba con aproximadamente 20 años cuando en la Universidad un profesor se percató de que mi manera de aprendizaje era diferente al de lxs demás compañerxs de clase. Para mí fue una de las peores noticias que me pudo dar en ese momento, tanto que abandoné la carrera que estaba cursando y decidí enfrentarme a mi misma cambiando completamente mi forma de vida. Le rogé que no me dijerasa mi CI, no quería que me condicionara el resto de mi existencia, ser siempre "la rara" había sido un lastre en mi infancia y parte de mi adolescencia y minó considerablemente mi autoestima.
Vivir por encima de la media te limita en muchos aspectos, no quieres destacar sobre lxs demás, no quieres que siempre te señalen con el dedo, no quieres sentir soledad, ni percibir tu entorno de forma rápida y brusca, no quieres sentirte dispersa, alegre, triste, enfadada, no quieres experimentar las sensaciones de "los otros" sin saber donde está el límite a tu propio sentimiento, no quieres tener que estar dando continuamente explicaciones del porque puedes recordar ciertas cosas y el porque no lo puedes hacer con otras.
Ahora después de 26 años, después de muchos viajes de idas y venidas por el mundo, después de enfrentarme cara a cara con todos los fantasmas que me he visto en la obligación de llevar a cuestas, después de todo eso he entendido que lo más importante para poder salir adelante es respetándome y valorándome a mi misma sin importar los ojos que me mirar y los dedos que me señalan, soy diferente obviamente que si!!! pero soy humana y me merezco un ápice de entendimiento.
Todos somos diferentes, ningun ser humano es igual a otro, es un cliche muy rayado pero es cierto, evidentemente hay similitudes, eso es innegable, y hasta por imitacion... pero señalar a otro ser diferente es hasta un acto de estupidez, mientras apuntas a alguien con tu dedo, los otros tres te apuntan a ti mismo!
ResponderEliminarEn Somos movies hay excelentes referencias del tema
No querer experimentar las sensaciones de los otros, aunque inevitable, también denota una falta de empatía que es crucial para podernos llevar bien con el resto de las personas. Si bien debe importarnos poco la opinión de "los demás", está la opinión de un círculo externo a ti, y de quién está cerca de ti, y a estos últimos a veces es bueno escucharlos porque tienen una perspectiva externa de ti que puede ayudarte mucho a esclarecer tus propias motivaciones.
ResponderEliminarEsto me recuerda a la transición de Walter White (Breaking Bad) a Heissenberg, como una persona que empieza actuando en pro del beneficio de los otros, termina decepcionandose de su realidad inmediata y comienza a actuar en beneficio propio casi de forma exclusiva. Les comparto una reseña de cinecalidad