Los momentos de reflexión últimamente se han tornado continuos formando parte de esa existencia irreal que ha rodeado mi vida. Momentos discontinuos de pensamientos enredados, de enfrentamientos conmigo misma, de alegrías y llantos. Momentos de pedir perdones y de dar las gracias a todas las personas que se han dignado a seguir a mi lado, que me han acompañado y ayudado incondicionalmente, que han intentado comprender mis luchas, mis silencios, mis miradas tíbias.
Agradezco su escucha, su apoyo y comprensión.
Amigxs, compañerxs de viaje, pasajeros en mi andar, incondicionales que me han hecho creer nuevamente en la bondad y el buen corazón del ser humano. Gracias por ofrecerme una vida nueva, lejos del dolor, el odio y la maldad.
Quizás tengais razón al decirme que Otro Mundo es Posible, pero para mi no lo hubiera sido si no hubierais estado a mi lado.
No me cansaré de daros las gracias. Gracias de corazón
Que poco tolerantes somos algunas veces los seres humanos con nuestros pares. Exigimos a los "otros" perfección en aquello en lo que somos imperfectos e intentamos sobresalir sobre aquel que por si solo es sobresaliente.
A esas personas yo les llamo tóxicos, lxs peores compañerxs de trabajo, las peoreres parejas, los amigos más pésimos que se puede tener pero los que más llaman la atención y a quienes más se les escucha.
Vivir con un nivel de percepción elevado me ha llevado muchas veces a tener que pasar por situaciones tormentosas con personajes de esa calaña, por la humillación y la sensación de ser tonta, de no ser capaz de aprender cosas nuevas rápidamente, de descontrol sobre la tarea que estoy realizando y de querer abandonar sin luchar para dejarle espacio por si en algún momento decide cambiar. Pero desde mi reflexión me doy cuenta que no es así, no tengo un ápice de tonta, aprendo muchas cosas con facilidad aunque en algunos momentos esté muy dispersa y parezca distraída y no, no soy una persona que se rinda, la vida me ha enseñado a luchar duro e ir con la cabeza bien en alto demostrandome a mi misma que la humildad es el camino y que en mi camino no existe cavida para "ellxs".
Me encuentro en un rincón que no es ajeno a mi existencia y sus paredes me acogieron en momentos de reflexión profunda. No es mi refugio de aristas torcidas, pero de igual manera conocen las fortunas que me ofreció el amor y todos los infortunios, tristezas y llantos.
El amor, bellísima palabra que la mayoría no entiende, algunos anhelan y otros temen.
El amor... sensación extravagante que nos hace enloquecer, nos deja, sordas, ciegas, mudas, autómatas caminando sin sentido enredadas en abismos deshabitados.
Si el amor... ese que aparece sin avisar y se deja ver en la persona que menos esperas, porque el amor no entiende de edades, ni de géneros, ni de clases sociales... y es que el amor no tiene límites, los límites los inventamos los seres humanos para no sentir el dolor de su pérdida, o quizás por falta de entendimiento de la felicidad o simplemente, para ocultar su grandeza a todos aquellos que se niegan a entender la dirección de esa energía errante.
Pensar en el amor me produce una alegría inmensa, llanto descontrolado, felicidad, desaliento, pasión y sin querer esas miradas profundas que en algún momento me cautivaron vuelven a formar parte de mi, junto a caricias que mi piel tiene tatuadas y besos que mi boca se niega a olvidar.
El amor está en cada una de esas amantes con las que compartí sabanas blancas, aquellas que simplemente cruzaron miradas profundas en mi caminar vagabundo por el mundo, las que se atrevieron a acurrucar mi alma blanca, o las que me dejaron impregnadas de su esencia en cada una de las partículas más minusculas de mi ser.
"En cada alarido de la vida debe estar preparado el corazón, para la despedida, para cada nuevo comienzo, con valor y sin tristeza. Quizás incluso en la muerte hayamos de enfrentar nuevos espacios por recorrer. ¡Adelante, corazón, despídete y cobra salud!".
En los absurdos más absurdos es cuando los poderosos aprovechan para matar, torturar y desaparecer personas... En ese insólito lugar, la incertidumbre confunde a la muchedumbre y actúa sin dirección cierta pensando en todo momento hacer lo correcto.
El dolor es una tecnología social para unir grupos
Según el antropólogo Dimitris Xygalatas, que llevó a cabo estudios
de dos rituales celebrandos durante el festival hindú de Thaipusam, en
isla Mauricio, el dolor sería una suerte de tecnología social para
mentener unidos a los grupos.
El dolor, también, nos hace así más generosos y prosociales.
Rituales del suplicio
El ritual más moderado consistía en que los devotos rezaran y salmodiaran durante varias horas en el interior y exterior de un templo hindú. El ritual más severo
consistía en participar en una perforación del cuerpo con multitud de
agujas y pinchos, sostener pesadas estructuras de bambú y arrastrar
carros sujetados con ganchos en la piel durante más de cuatro horas
antes de subir descalzos hasta el templo Murugan.
Xygalatas y su equipo de investigadores, tras entregar 200 rupias a los devotos para que los donaran discrecionalmente (y anónimamente) al templo,
descubrió que quienes habían participado en el primer ritual donaban
una media de 81 rupias, pero quieens habían participado en el segundo,
mucho más doloroso y sacrificado, donaban una media de 133.
Lo más interesante es que los devotos que solo habían contemplado el
ritual más doloroso, sin participar, incluso fueron más generosos,
donando una media de 161 rupias.
Chip Heath y Dan Heath comentan así estos resultados en su libro Momentos mágicos:
Los investigadores concluyeron que el dolor percibido fomenta el
comportamiento "prosocial", o comportamiento voluntario para beneficar a
otros. Sostenían que los rituales extremos, en particular la
experiencia compartida del dolor, pueden entenderse como "tecnología
social para unir grupos".
Las religiones, por supuesto, también se aprovechan de estas dinámicas sociales:
los ritos de paso a las religiones son tan variados y estrambóticos que
solo pueden nacer como forma de distinguir a los acólitos de un credo
de los acólitos de otro credo: tatuajes, restricciones de la dieta y el
sexo, prepucios cortados.
Estoy cansada, a veces siento que estoy perdiendo fortaleza para poder seguir caminando, seguir luchando en silencio por aquellos que no tienen voz.
Siento que todo ha dejado de tener sentido, no veo resultados esperanzadores, sino ataques sin sentido contra inocentes y sin querer me hace claudicar.
Dicen que la esperanza mueve montañas, pero en este momento mi vida se encuentra en un remolino de inciertos, en continuas incertidumbres y desalientos.
Camino,
Si camino
...pero sin querer estoy empezando a formar parte del automatismo social y eso me duele mucho más que mi cansancio, mucho más que mi desesperanza, mucho más que mis inciertos, mis incertidumbres y mis desalientos.
Hace aproximadamente dos años estaba paseando sin sentido por las calles de Buenos Aires y rogaba encontrar a aquella persona que apareció de repente en mi vida y la hicieron desaparecer de la misma amanera.
Caminaba buscando respuestas, intentando entender los porques de aquellas personas que carecen de sentimientos y la maldad corre por sus venas.
Rogaba despertarme y conocer las paredes, rogaba no volver a sentir miedo, rogaba poder volver a confiar en el ser humano, ansiaba miradas limpias donde poder descansar tanto dolor pero nada de eso se daba.
Sufría en cada paso y la existencia y el tiempo dejaron de tener forma y me volví autómata, vacía, fría...
Hace ya dos años y nada ha cambiado, los desaparecidos siguen perdiéndose en las sombras de los que intentamos darles vida. Dos años y el dolor persiste en mi alma, dos años y no he conseguido dar un sentido a mi vida, porque han pasado dos años y los muertos se han multiplicado.
PelículaUn mundo feliz", basada en la novela de Aldous Huxkley
Describe una sociedad futura que utiliza todos los medios de la ciencia y la técnica (incluidas las drogas) para el condicionamiento y el control de los individuos a través del condicionamiento.
Los sonidos nos rodean continuamente, están en la naturaleza, los creamos, se crean con nuestra mera presencia, pero la gran mayoría de las veces pasan absolutamente desapercibidos, no les prestamos atención, como si no quisiéramos que formaran parte de nuestra vida por miedo a poder sentir a través de ellos.
Los sonidos son una alquimia hecha realidad, la trasformación de la irrealidad que juegan con nuestros sentidos.
Muchas veces olvidamos cual importante es cerrar ciclos en nuestras vidas para poder seguir adelante, para no dañar a otros y poder sin odios ni rencores, cerrar dando las gracias.
Yo soy tu, por eso te agradezco cada día, por eso te regalo una sonrisa, por eso espero un abrazo, por eso te espero incondicional a que me regales esas palabras con las que te acuestas cada noche y quieren salir al amanecer.
Hoy no he sentido ningún momentos de la vida cotidiana, hoy no hay personajes que llenan mis espacios vacíos, no existe NADA ni adentro ni afuera porque de nuevo vuelvo a tener esa sensación de atemporalidad. Es una sensación de difícil explicación para mentes superfluas, incluso a mí me hace divagar en mi misma, me confunde, me lleva a los límites de mi existencia, me arranca ilusiones, sueños, emociones, me pone en un caminar sin camino, sin tierra bajo mis pies, sin cielos infinitos y misteriosos sobre mi cabeza, es como un flotar en un espacio sin espacio y por más que intento compartir, formar parte de mi entorno, lo consigo solamente por décimas de segundo, el pasado desaparece ante mi con el dolor acumulado, con los sueños cumplidos, con los amores forjados, el futuro ni siquiera se me hace presente y el presente son esas décimas de segundo, que quizás son más certeras para mi cuando soy capaz de entremezclar esencias con algunas de las personas que se cruzan en mi camino, ese momento de sentirles se me antoja grandioso, o a través de las imágenes que mi mente va acumulando como fotografías una tras otra formando un película infinita, o por los sonidos con los que me atiborran mis oídos sin cesar.
Esa circunstancia atemporal me ofrece la oportunidad de crear actos, acciones insólitas que me vacían y transgreden en lo más profundo y a la vez me alejan de las personas que más amo por falta de entendimiento hacia mi humilde persona. Ese ahí donde aparece mi pasión desbocada y es ahí donde desaparece nuevamente.
Se gustaría poder ser capaz de traspasar esa irrealidad real pero es imposible enfrentar ese vacío sin direcciones.
Cierro y abro los ojos, respiro profundo, salgo a correr para sentirme más cerca de la velocidad de la luz... ¡¡¡pero son tan pocos segundos de mi existencia...!!!.
No me siento, triste, ni alegre, ni perdida, ni emocionada, ni ocupando un espacio, ni desocumpándolo...
Oleaje conoció a las compañeras de AFI Woman por medio de Instagram. La calidad técnica es impecable y el contenido, dentro de la coyuntura actual en Chile, resulta necesario. Sin embargo, debido a la raíz de nuestro trabajo, nos interesó las formas de cuidado mutuo que desarrollaron, así como las dinámicas de cohesión que las mantienen juntas. Aquí los que nos compartieron:
Nos conocimos siendo parte de una agrupación mixta de fotógrafos llamada AFI Santiago. A finales del año 2018 comenzamos a trabajar juntas de forma constante, pero no es hasta el 8 de Marzo (Día de la mujer) que nos planteamos la idea de conformarnos como colectivo femenino, para así poder destacar el rol de la mujer en el fotoperiodismo, ya que en Chile es un ambiente mayoritariamente masculino.
Al participar en distintos foros y charlas que trataban el tema de la mujer en la fotografía, no nos sentíamos muy representadas en cuanto a nuestra forma de trabajar, y sentimos que teníamos mucho que decir y que aportar desde nuestra vereda.
Hace ya unos 9 meses atrás, en febrero de 2019, que comenzamos a trabajar juntas, las cuatro de manera colaborativa. Pero entre nosotras, con distintos tiempos, ya llevábamos un par de años trabajando cuando conformábamos la agrupación AFI Santiago.
AFI Woman como colectivo de manera oficial se lanzó en redes sociales hace unos 3 meses atrás.
Descubrimos que nuestra forma de trabajo es más orgánica, y mucho más colaborativa. Cada una aporta desde su vereda y con sus conocimientos a completa disposición. Llegamos a acuerdos fácilmente, estamos en una misma sintonía, trabajamos todas hacia un mismo rumbo, se respetan las diferencias de opinión y los tiempos de cada una.
No existen jerarquías, ya que todas aportamos desde donde mejor trabajamos, y nos complementamos muy bien en eso.
Nos ha servido mucho el acompañarnos en este proceso, en cuanto a la red de seguridad que debemos enfrentar ante la represión que se vive. Nos mantenemos en constante comunicación. Sabemos dónde está cada una. Nos mandamos ubicaciones, y si a alguna le llega a pasar algo, enseguida coordinamos nuestras redes de ayuda.
Y en cuanto a lo emocional, nos hemos contenido, nos hemos dado y fomentado el espacio para descansar, para que el estrés no nos consuma. Si alguna de nosotras esta pasando por un mal momento, nos contenemos, lo hablamos y entregamos el espacio que sea necesario para enfrentar alguna situación difícil.
Creemos que la fotografía es una herramienta comunicativa, que las historias que contamos a través de ellas pueden generar cuestionamiento, mostrar una realidad distinta a lo que muestran los medios tradicionales. Otorgar una mirada reflexiva y discursiva, desde adentro, empatizando y relacionándonos con los sujetos retratados, no como agentes externos, sino como participantes.
Por otro lado, nosotras le entregamos una gran importancia al texto que acompaña nuestros reportajes o fotos. Tratamos de no caer en la literalidad, ni en lo simple. Por lo que es en ese espacio donde también generamos discurso y reflexión.
El futuro
Sinceramente, recién nos estamos haciendo esa pregunta. Nuestro proceso se ha dado de forma orgánica, y más bien intuitiva. Hemos tratado de posicionarnos lentamente como colectivo, tratar de que nos reconozcan en el medio, entre colectivos fotográficos, abrirnos a distintos espacios, y que nuestras imágenes comiencen a ser reconocidas. Comenzamos por visibilizar nuestro trabajo, para quizá más adelante generar plataformas de difusión de trabajos fotográficos femeninos e independientes, generar exposiciones en lugares de libre acceso a la población, llevar la fotografía a lugares populares y no mantenerlas en espacios cerrados y donde sólo generen diálogo con otros fotógrafos o personas relacionadas a la fotografía, que es lo que ocurre en estos momentos.
Joan Baez, No nos moverán Sube a nacer conmigo, hermanoDame la mano desde la profunda zona de tu dolor diseminadoNo volverás del fondo de las rocasNo volverás del tiempo subterráneoNo volverá tu voz endurecidaNo volverán tus ojos taladradosYo vengo a hablar por vuestra boca muertaA través de la tierra juntad todos los silenciosos labios derramadosY desde el fondo habladme toda esta larga nocheComo si estuviera con vosotros ancladoContadme todo, cadena a cadena, eslabón a eslabón, y paso a pasoAfilad los cuchillos que guardasteisPonedlos en mi pecho y en mi manoComo un rio de rayos amarillosComo un rio de tigres enterradosY dejadme llorar horas,días, años, edades ciegas, siglos estelaresDadme el silencio, el agua, la esperanzaDadme la lucha, el hierro, los volcanesApegadme los cuerpos como imanesAcudid a mis venas y a mi bocaHablad por mis palabras y mi sangre(Pablo Neruda)
