Un singular escritor
Durante un par de años los acontecimientos en mi vida se repetían como si ya estuvieran escritos con anterioridad.
Me levantaba a las 6.45, tomaba la micro a las 7.30, llegaba la trabajo a las 8.30 y regresaba a las 23.30, me daba la sensación de que nada, absolutamente nada, podía trastocar ninguno de mis quehaceres y rutina, pero apareció él en una de esas trayectorias mañaneras. Era un señor entrado en años, alto, delgado, elegante, con su sombrero de esos de ala chapados a la antigua y su maletín de cuero viejo siempre aferrado a sus manos, como si adentro se escondiera enigmáticos secretos.
Él era Don Manuel, culto y conversador, cálido pero distante cuando se trataba de introducirse en las profundidades de su alma. Don Manuel me trataba como si fuera una dama de esas que se estilaban en los años 60, como las señoras que vemos pasear coquetas por la playa en las películas añejas en blanco y negro. Medía cada una de sus palabras observando mis movimientos haciéndome parecer un personaje de novela.
Y es que Don Manuel era escritor, entre conversa y conversa, entre trayecto y trayecto me confesó su vida de escritor y poeta, de sus amores, de sus desdichas, de su pasión por la vida transformada en palabras, de sus repetidos viajes alrededor del mundo, de sus personajes creados en cafés de París, de Madrid, de Santiago..., de su lejanía y cercanía con el mundo cuando hacía bailar las palabras en sus libretas, de su inmensa soledad y de sus muchas tristezas. Sin darme cuenta me había convertido en una confesora íntima, en una amiga al azar, en una compañera de viaje inseparable.
Pero un día Don Manuel dejó de subir a la micro, dejó un espacio frío e inmenso en mi vida muy cercano al abismo. El destino nos unió y ese mismo destino nos separó y entonces pensé:
Las personas nacemos y morimos sin ser capaces de compartir pequeños instantes que nos conducen a grandes momentos. Perdemos el tiempo buscándonos cuando en realidad ya nos hemos encontrado, como decía uno de los grandes, Cortazar.
Ambos fuimos dos personajes de los Momentos de la vida cotidiana.
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