El entorno moldea nuestro cerebro, hasta tal punto que cambiamos nuestros sentimientos, emociones y percepciones dependiendo de nuestras necesidades o necesidades del grupo buscando la adaptación y supervivencia. El ser humano es tan manipulable como la arcilla. Lo que me hace pensar que estamos en mercez de nuestra parte más primitiva y no tenemos elección a la hora de elegir o pensar nuestras acciones,"eso" se produce antes de nuestras determinaciones, pero por el contrario tenemos una sensación de libertad absoluta.
Una paradoja más del comportamiento humano
No hay comentarios:
Publicar un comentario