sábado, 28 de enero de 2023

Película Mala Junta. Sobre el conflicto mapuche en la Araucanía

 https://pluto.tv/es/on-demand/movies/mala-junta-es-2015-1-1?utm_source=google&utm_medium=textsearch&utm_campaign=1000710&utm_content=10000162&gclid=CjwKCAiArNOeBhAHEiwAze_nKOE4bhCmjKREP4ZAPI5xwScvfIgX0sT9KC0vFJ1tLLHJsD9m9R1oKxoCaCEQAvD_BwE

jueves, 26 de enero de 2023

Del blog La cebra del armario. SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA

Sobreexcitabilidad Imaginativa

SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA

Hoy voy a desarrollar la Sobreexcitabilidad Imaginativa, la cuarta de las cinco Sobreexcitabilidades de Dabrowski (este orden lo estoy asignando yo, lo que no quiere decir que vayan en ningún orden en concreto).

De ésta manera quedaría solamente por desarrollar la “Sobreexcitabilidad Sensorial”, la cual dejo para el final por ser a título personal la que más problemas me ha generado y genera en el día a día.

PERFIL DE SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA:

Personas en las que la imaginación tiene una gran dominancia. Poseen incluso una capacidad para vivir en un mundo paralelo de fantasía (lo cual no quiere decir que la sustituyan o confundan con la realidad).

Uso frecuente de imágenes y metáforas, facilidad para la invención y para la visualización detallada.

Percepción poética y dramática, pensamiento animista y mágico. Predilección por la magia y los cuentos de hadas, juegos de rol, creación de mundos privados, amigos invisibles…

Visualización de Imágenes espontáneas como expresión de la tensión emocional.

Imágenes animadas, mezcla de verdad y ficción, sueños elaborados y vívidos, facilidad para ilusionarse (también para desilusionarse).

Baja tolerancia al aburrimiento (lo que a su vez desemboca nuevamente en despliegues de imaginación, haciendo complicado terminar tareas repetitivas y disciplinadas).

Sobreexcitabilidad Imaginativa

HADAS - MSKATHRYNNE - PIXABAY

CREATIVIDAD Y SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA

El papel de la imaginación en el campo de la creatividad siempre ha sido bueno. 

Mantiene una predisposición latente en el creador, (manifiesta ya en la infancia) para participar en una fiesta en la que la mente quiere jugar fantaseando y soñando despierto lo que conducirá a asociaciones imprevisibles.

Poder convertir la experiencia en imágenes depende de una excepcional capacidad de ver analogías. Éstas se alimentan de asociaciones inusuales para posteriormente resurgir como metáforas.  

La imaginación es lo que hace posibles tales analogías.

Cuando Edison tenía 10 años, se pesó en una balanza y le dijo a su madre:  «Ahora soy un bushel de trigo, peso 80 libras».

El impulso de explorar nuevas posibilidades y cambiar lo que se da en otra cosa diferente se encuentra siempre activo.

Todo ésto se puede ver muy bien ejemplarizado en la película «Amadeus» en una escena en la que después de escuchar la pieza de un compositor de la corte, Mozart va al teclado para tocarlo y mostrar cómo hacerlo más interesante empleando unicamente su imaginación. Dejo fragmento a continuación:

PENSAMIENTO ANIMISTA Y MÁGICO:

La Sobreexcitabilidad imaginativa también se puede notar en la facilidad de una persona para visualizar sueños muy elaborados  y fantasías.

Percepción de experiencias tanto poética como dramáticamente.

El pensamiento animista implica dotar objetos de animación, con personalidad, carácter y voluntad propia. 

El pensamiento mágico descansa un poco en la convicción de que pensar algo es tan bueno como hacerlo realidad.

Los rituales y fórmulas privadas para garantizar que todo funciona bien, son ejemplos de éste pensamiento.

La capacidad de vivir en un mundo de fantasía a menudo va junto a la necesidad de pasar cierto tiempo soñando despierto, leer cuentos de hadas e historias, o incluso creando mundos imaginarios privados.

Otra cosa común y reveladora es el disfrute de compañeros imaginarios en la infancia (algunos incluso en la edad adulta).

amigos imaginarios

AMIGOS IMAGINARIOS. 4144132-PIXABAY

La tensión emocional se canaliza fácilmente en el teatro, la música o el arte, donde los sentimientos y las emociones encuentran su forma. Ésto es  útil para comprender las emociones vitales y  para poder dar una imagen mas completa a lo que se siente.

UNA IMAGEN VALE MAS QUE MIL PALABRAS

A veces, cuando las palabras se quedan cojas e insuficientes para relatar una experiencia, una imagen desvela la energía y calidad sentidas que detallan su verdadero significado.

Para personas con Sobreexcitabilidad Imaginativa, las imágenes espontáneas son tan naturales como la respiración. Los sueños son elaborados y tanto  ilusiones como una mezcla de realidad y ficción son posibles.

Esto no significa que tales personas no sean capaces de diferenciar la fantasía de la realidad. Por el contrario, para ellos la diferencia es bastante superior. Digamos que añaden ingredientes a la vida para que ésta sepa mejor (todo siempre a través de la imaginación).

Si bien es cierto que el límite entre realidad y ficción puede llegar a difuminarse en momentos complejos de la vida, donde las emociones se apoderan de la mente en una avalancha de imágenes vívidas.

“Frank Lloyd Wright 1867-1959″ (considerado máximo exponente de la arquitectura orgánica) una vez imaginó que su madre le iba a dar una fiesta sorpresa. Lo vivió con tanta realidad que comenzó a decirle a sus amigos en detalle lo que se serviría y lo especial sería esta ocasión. Entonces vinieron, todos vestidos. La madre de Wright estaba sorprendida pero conocía a su hijo, así que improvisó una fiesta. Ella sabía que aunque todo había partido de una fantasía, en realidad su hijo creía que esa fiesta iba a tener lugar.”

La imaginación de Richard Wagner era tan gráfica que cada vez que pensaba en fantasmas se aterrorizaba.De niño visitaba a sus familiares que vivían en una casa grande donde era alojado en una habitación señorial de invitados. Los viejos retratos con polvo de señoritas «en enaguas y el pelo blanco» le parecían fantasmas. Sólo en la habitación estaba poseído por el terror porque parecían cobrar vida. Todas las noches despertaba empapado de sudor, víctima del miedo y sus visiones.

Miedo

SOMBRAS. STEFAN KELLER- PIXABAY

IMAGINACIÓN VS REALIDAD

Antes destacaba que las personas con pensamiento mágico no confunden (o no necesariamente) la realidad con la fantasía.

Sin embargo, si que esta manera de proyectar con imágenes tiene un impacto en la realidad, que en ocasiones se vuelve un poco doloroso.

La persona con elevada Sobreexcitabilidad Imaginativa, recrea las cosas que va a hacer antes de hacerlas, y las ve casi con la misma precisión que si ya hubiesen ocurrido. Para una mente tan creativa, el problema viene cuando lo que proyecta, ese mundo imaginado de lo que va a ocurrir no se corresponde con la realidad que posteriormente se encuentra.

Superar las expectativas es un imposible, y cuando estas personas se dan de bruces con una realidad distinta a la imaginada, sufren unos «episodios de desilusión» que pueden pasar desde un simple «bajón temporal» (si los planes que tenia en mente se tuercen), hasta una «crisis existencial» si sus proyectos vitales soñados no se van logrando.

Estas condiciones hacen que en muchas ocasiones la persona tenga un poso de sentimiento de fracasado. Realmente, no estamos hablando de una persona que se pueda decir que fracase realmente, pero el sentimiento que desarrollan si que es real, pues se pasan la vida comparando donde les gustaría estar y donde están. (Una persona soñadora, no puede ser conformista).

Esta manera de ser impulsa una mejora continua, pero a su vez un sentimiento continuo de no lograr objetivos, pues una vez logran llegar donde querían, ya tienen la mente en otro lugar proyectado lejano, lo que hace que el punto de partida y el punto de llegada pocas veces coincida.

¿Y tú, cómo lo vives? ¿Eres soñador/a? ¿Te ilusionas y desilusionas con facilidad?

¿Se te va a menudo la olla por estar pensando en vete a saber qué de un lugar donde no estás de cuerpo presente?

 

Espero tus comentarios aquí debajo (recuerda que cuantos más comentemos, más fácil será que contrastemos información que seguramente sea de nuestro interés). Nos vemos en la siguiente entrada, un beso!

Referencias

Overexcitabilities – Michael M. Piechowski- Northland College

Positive Disintegration- Kazimierz Dabrowski M.D., Ph.D.

martes, 24 de enero de 2023

Ser una persona bondadosa


Hay palabras cuyo sentido es comprendido por todos, aunque desconozcamos su exacto significado gramatical. Cuando decimos de alguien que es una persona bondadosa estamos pensando que es una persona llena de bondad (1. adj. Lleno de bondad, de genio apacible, dice el Diccionario de la RAE). Lo que ocurre es que saber que es la bondad se presta a representaciones mentales menos precisas, por lo que conviene recordar la significación de esta palabra.Según el indicado diccionario, por “bondad” se entiende, en lo que ahora interesa, 1. f. Cualidad de bueno (esto es, “de valor positivo, acorde con las cualidades que cabe atribuirle por su naturaleza o destino”). 2. f. Natural inclinación a hacer el bien. Y 4. f. Blandura y apacibilidad de genio”. Como puede apreciarse, son básicamente dos los rasgos que definen la bondad: la natural inclinación a hacer el bien y tener un genio apacible (esto es “manso, dulce y agradable en la condición y el trato” o “de buen temple, tranquilo, agradable”).

De todas estas acepciones, hay unas que parecen referirse al carácter: son todas aquellas que califican el genio de la persona bondadosa (blandura y apacibilidad, mansedumbre, dulce y agradable en la condición y el trato, de buen temple y tranquilo) y otra, que es la que me parece más ajustada, que es la que alude a la natural inclinación a hacer el bien.

No niego, en modo alguno, que en el lenguaje coloquial decir de alguien que es una persona bondadosa no sea entendido como una referencia a su carácter. Y tampoco discuto que existe en la ciudadanía una asimilación entre “bondad” y “blandura o apacibilidad”. Lo que quiero destacar es que la bondad tiene otro aspecto mucho más importante que alude a una cualidad del espíritu y no tanto a una característica del carácter. Ser bueno seguramente cuesta porque, como escribió Simone de Beauvoir “la naturaleza del hombre es malvada. Su bondad es cultura adquirida”. Y es que educar nuestro espíritu hasta que adquiera la disposición natural para hacer el bien es difícil cuando lo tentador es precisamente optar por el mal, que suele ser más mundano y divertido.


Micropensamiento.Ego

Destruir el ego para conectarte con tu esencia.

miércoles, 18 de enero de 2023

Micropensamiento. Respuesta

El entorno  moldea nuestro cerebro, hasta tal punto que cambiamos nuestros sentimientos, emociones y percepciones dependiendo de nuestras necesidades o necesidades del grupo buscando la adaptación y supervivencia. El ser humano es  tan manipulable como la arcilla. Lo que me hace pensar que estamos en mercez de nuestra parte más primitiva y no tenemos elección a la hora de elegir o pensar nuestras acciones,"eso" se produce antes de nuestras determinaciones, pero por el contrario tenemos una sensación de libertad absoluta.

Una paradoja más del comportamiento humano

martes, 17 de enero de 2023

Conferencia Byung-Chul Han

Byung-Chul Han: La obligación de ser feliz

 

Byung-Chul Han: La obligación de ser felicidad 

En la época posindustrial y posheroica el cuerpo no es avanzadilla ni medio de producción. A diferencia del cuerpo disciplinado, el cuerpo hedonista, que se gusta y se disfruta a sí mismo sin orientarse de ninguna manera a un fin superior, desarrolla una postura de rechazo hacia el dolor. Le parece que el dolor carece por completo de sentido y de utilidad.

El actual sujeto del rendimiento se diferencia radicalmente del sujeto disciplinario. Tampoco es un «trabajador» en el sentido de Jünger. En la sociedad neoliberal del rendimiento las negatividades, tales como las obligaciones, las prohibiciones o los castigos, dejan paso a positividades tales como la motivación, la autooptimización o la autorrealización. Los espacios disciplinarios son sustituidos por zonas de bienestar. El dolor pierde toda referencia al poder y al dominio. Se despolitiza y pasa a convertirse en un asunto médico.

La nueva fórmula de dominación es «sé feliz». La positividad de la felicidad desbanca a la negatividad del dolor. Como capital emocional positivo, la felicidad debe proporcionar una ininterrumpida capacidad de rendimiento. La automotivación y la autooptimización hacen que el dispositivo neoliberal de felicidad sea muy eficaz, pues el poder se las arregla entonces muy bien sin necesidad de hacer demasiado. El sometido ni siquiera es consciente de su sometimiento. Se figura que es muy libre. Sin necesidad de que lo obliguen desde afuera, se explota voluntariamente a sí mismo creyendo que se está realizando. La libertad no se reprime, sino que se explota. El imperativo de ser feliz genera una presión que es más devastadora que el imperativo de ser obediente.

En el régimen neoliberal también el poder asume una forma positiva. Se vuelve elegante. A diferencia del represivo poder disciplinario ,el poder elegante no duele. El poder se desvincula por completo del dolor. Se las arregla sin necesidad de ejercer ninguna represión. La sumisión se lleva a cabo como autooptimización y autorrealización. El poder elegante opera de forma seductora y permisiva. Como se hace pasar por libertad, es más invisible que el represivo poder disciplinario. También la vigilancia asume una forma elegante. Constantemente se nos incita a que comuniquemos nuestras necesidades, nuestros deseos y nuestras preferencias, y a que contemos nuestra vida. La comunicación total acaba coincidiendo con la vigilancia total, el desnudamiento pornográfico acaba siendo lo mismo que la vigilancia panóptica. La libertad y la vigilancia se vuelven indiscernibles.

El dispositivo neoliberal de felicidad nos distrae de la situación de dominio establecida obligándonos a una introspección anímica. Se encarga de que cada uno se ocupe solo de sí mismo, de su propia psicología, en lugar de cuestionar críticamente la situación social. El sufrimiento, del cual sería responsable la sociedad, se privatiza y se convierte en un asunto psicológico. Lo que hay que mejorar no son las situaciones sociales, sino los estados anímicos. La exigencia de optimizar el alma, que en realidad la obliga a ajustarse a las relaciones de poder establecidas, oculta las injusticias sociales. Así es como la psicología positiva consuma el final de la revolución.

Los que salen al escenario ya no son los revolucionarios, sino unos entrenadores motivacionales que se encargan de que no aflore el descontento, y mucho menos el enojo: «En vísperas de la crisis económica mundial de los años veinte, con sus extremas contradicciones sociales, había muchos representantes de trabajadores y activistas radicales que denunciaban los excesos de los ricos y la miseria de los pobres. Frente a eso, en el siglo XXI una camada muy distinta y mucho más numerosa de ideólogos propagaba lo contrario: que en nuestra sociedad profundamente desigual todo estaría en orden y que a todo aquel que se esforzara le iría muchísimo mejor. Los motivadores y otros representantes del pensamiento positivo traían una buena nueva para las personas que, a causa de las permanentes convulsiones del mercado laboral, se hallaban al borde de la ruina económica: dad la bienvenida a todo cambio, por mucho que asuste, vedlo como una oportunidad».

También la voluntad de combatir el dolor a toda costa hace olvidar que el dolor se transmite socialmente. El dolor refleja desajustes socioeconómicos de los que se resiente tanto la psique como el cuerpo. Los analgésicos, prescritos masivamente, ocultan las situaciones sociales causantes de dolores. Reducir el tratamiento del dolor exclusivamente a los ámbitos de la medicación y la farmacia impide que el dolor se haga lenguaje e incluso crítica. Con ello el dolor queda privado de su carácter de objeto, e incluso de su carácter social. La sociedad paliativa se inmuniza frente a la crítica insensibilizando mediante medicamentos o induciendo un embotamiento con ayuda de los medios. También los medios sociales y los juegos de ordenador actúan como anestésicos. La permanente anestesia social impide el conocimiento y la reflexión y reprime la verdad. En su Dialéctica negativa escribe Adorno: «La necesidad de prestar voz al sufrimiento es condición de toda verdad. Pues el sufrimiento es objetividad que pesa sobre el sujeto; lo que este experimenta como lo más subjetivo suyo, su expresión, está objetivamente mediado».

El dispositivo de felicidad aísla a los hombres y conduce a una despolitización de la sociedad y a una pérdida de la solidaridad. Cada uno debe preocuparse por sí mismo de su propia felicidad. La felicidad pasa a ser un asunto privado. También el sufrimiento se interpreta como resultado del propio fracaso. Por eso, en lugar de revolución lo que hay es depresión. Mientras nos esforzamos en vano por curar la propia alma perdemos de vista las situaciones colectivas que causan los desajustes sociales. Cuando nos sentimos afligidos por la angustia y la inseguridad no responsabilizamos a la sociedad, sino a nosotros mismos. Pero el fermento de la revolución es el dolor sentido en común. El dispositivo neoliberal de felicidad lo ataja de raíz. La sociedad paliativa despolitiza el dolor sometiéndolo a tratamiento medicinal y privatizándolo. De este modo se reprime y se desbanca la dimensión social del dolor. Los dolores crónicos que podrían interpretarse como síntomas patológicos de la sociedad del cansancio no lanzan ninguna protesta. En la sociedad neoliberal del rendimiento el cansancio es apolítico en la medida en que representa un cansancio del yo. Es un síntoma del sujeto narcisista del rendimiento que se ha quedado desfondado. En lugar de hacer que las personas se asocien en un nosotros, las aísla. Hay que diferenciarlo de aquel cansancio colectivo que configura y cohesiona una comunidad. El cansancio del yo es la mejor profilaxis contra la revolución.

El dispositivo neoliberal de felicidad cosifica la felicidad. La felicidad es más que la suma de sensaciones positivas que prometen un aumento del rendimiento. No está sujeta a la lógica de la optimización. Se caracteriza por no poder disponer de ella. Le es inherente una negatividad. La verdadera felicidad solo es posible en fragmentos. Es justamente el dolor lo que preserva a la felicidad de cosificarse. Y le otorga duración. El dolor trae la felicidad y la sostieneFelicidad doliente no es un oxímoron. Toda intensidad es dolorosa. En la pasión se fusionan dolor y felicidad. La dicha profunda contiene un factor de sufrimiento. Según Nietzsche, dolor y felicidad son «dos hermanos, y gemelos, que crecen juntos o que […] juntos siguen siendo pequeños». Si se ataja el dolor, la felicidad se trivializa y se convierte en un confort apático. Quien no es receptivo para el dolor también se cierra a la felicidad profunda: «La abundancia de especies del sufrir cae como un remolino inacabable de nieve sobre un hombre así, al tiempo que sobre él se descargan los rayos más intensos del dolor. Solo con esta condición, estar siempre abierto al dolor, venga de donde venga y hasta lo más profundo, sabrá estar abierto a las especies más delicadas y sublimes de la felicidad».

 Byung-Chul Han

Fragmento de ‘La sociedad paliativa’

Fuentehttp://ethic.es 

sábado, 7 de enero de 2023

viernes, 6 de enero de 2023

Pequeñas cosas nos pueden cambiar la vida

Pequeñas cosas pueden cambiarnos la vida, 

el movimiento de la hoja de un frondoso árbol,

el aleteo de una mariposa sobre nuestros pesados hombros,

una sonrisa incierta bailando en una inocente mirada,

pasando las líneas de mi vida inventando espacios que alguna vez fueron,

hilando mis incertidumbres con un afán imperioso para poder dar sentido a mi océano furioso.

Son pequeñas cosas las que nos pueden cambiar la vida,

el ronroneo de un gato cuando el mundo duerme,

el sonido del viento atravesando mi piel blanca sin pedir permiso

aullándome caricias entre las sábanas sin forma mientras el cosmos allá afuera se transforma

Pequeñas cosas nos pueden cambiar la vida

aquella hoja

aquella mariposa

aquel gato

el sonido del viento atravesando mi piel blanca

viajando por mis adentros sin preguntarte cuando se acabará el sentido de tiempo


miércoles, 4 de enero de 2023

Micropensamiento. Jardín secreto

 Cada unx de nosotrxs tenemos un jardín secreto que nos acompañó durante nuestra infancia; no olvidemos aquellas deliciosas sensaciones de nuestra niñez.

Micropensamiento. Las mentiras y yo

No sé mentir, elaboró una pequeña mentira durante días y cuando llega el día de decirla, me la imagino en mi mente y las palabras que salen ...