SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA
Hoy voy a desarrollar la Sobreexcitabilidad Imaginativa, la cuarta de las cinco Sobreexcitabilidades de Dabrowski (este orden lo estoy asignando yo, lo que no quiere decir que vayan en ningún orden en concreto).
De ésta manera quedaría solamente por desarrollar la “Sobreexcitabilidad Sensorial”, la cual dejo para el final por ser a título personal la que más problemas me ha generado y genera en el día a día.
PERFIL DE SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA:
Personas en las que la imaginación tiene una gran dominancia. Poseen incluso una capacidad para vivir en un mundo paralelo de fantasía (lo cual no quiere decir que la sustituyan o confundan con la realidad).
Uso frecuente de imágenes y metáforas, facilidad para la invención y para la visualización detallada.
Percepción poética y dramática, pensamiento animista y mágico. Predilección por la magia y los cuentos de hadas, juegos de rol, creación de mundos privados, amigos invisibles…
Visualización de Imágenes espontáneas como expresión de la tensión emocional.
Imágenes animadas, mezcla de verdad y ficción, sueños elaborados y vívidos, facilidad para ilusionarse (también para desilusionarse).
Baja tolerancia al aburrimiento (lo que a su vez desemboca nuevamente en despliegues de imaginación, haciendo complicado terminar tareas repetitivas y disciplinadas).
HADAS - MSKATHRYNNE - PIXABAY
CREATIVIDAD Y SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA
El papel de la imaginación en el campo de la creatividad siempre ha sido bueno.
Mantiene una predisposición latente en el creador, (manifiesta ya en la infancia) para participar en una fiesta en la que la mente quiere jugar fantaseando y soñando despierto lo que conducirá a asociaciones imprevisibles.
Poder convertir la experiencia en imágenes depende de una excepcional capacidad de ver analogías. Éstas se alimentan de asociaciones inusuales para posteriormente resurgir como metáforas.
La imaginación es lo que hace posibles tales analogías.
Cuando Edison tenía 10 años, se pesó en una balanza y le dijo a su madre: «Ahora soy un bushel de trigo, peso 80 libras».
El impulso de explorar nuevas posibilidades y cambiar lo que se da en otra cosa diferente se encuentra siempre activo.
Todo ésto se puede ver muy bien ejemplarizado en la película «Amadeus» en una escena en la que después de escuchar la pieza de un compositor de la corte, Mozart va al teclado para tocarlo y mostrar cómo hacerlo más interesante empleando unicamente su imaginación. Dejo fragmento a continuación:
PENSAMIENTO ANIMISTA Y MÁGICO:
La Sobreexcitabilidad imaginativa también se puede notar en la facilidad de una persona para visualizar sueños muy elaborados y fantasías.
Percepción de experiencias tanto poética como dramáticamente.
El pensamiento animista implica dotar objetos de animación, con personalidad, carácter y voluntad propia.
El pensamiento mágico descansa un poco en la convicción de que pensar algo es tan bueno como hacerlo realidad.
Los rituales y fórmulas privadas para garantizar que todo funciona bien, son ejemplos de éste pensamiento.
La capacidad de vivir en un mundo de fantasía a menudo va junto a la necesidad de pasar cierto tiempo soñando despierto, leer cuentos de hadas e historias, o incluso creando mundos imaginarios privados.
Otra cosa común y reveladora es el disfrute de compañeros imaginarios en la infancia (algunos incluso en la edad adulta).
AMIGOS IMAGINARIOS. 4144132-PIXABAY
La tensión emocional se canaliza fácilmente en el teatro, la música o el arte, donde los sentimientos y las emociones encuentran su forma. Ésto es útil para comprender las emociones vitales y para poder dar una imagen mas completa a lo que se siente.
UNA IMAGEN VALE MAS QUE MIL PALABRAS
A veces, cuando las palabras se quedan cojas e insuficientes para relatar una experiencia, una imagen desvela la energía y calidad sentidas que detallan su verdadero significado.
Para personas con Sobreexcitabilidad Imaginativa, las imágenes espontáneas son tan naturales como la respiración. Los sueños son elaborados y tanto ilusiones como una mezcla de realidad y ficción son posibles.
Esto no significa que tales personas no sean capaces de diferenciar la fantasía de la realidad. Por el contrario, para ellos la diferencia es bastante superior. Digamos que añaden ingredientes a la vida para que ésta sepa mejor (todo siempre a través de la imaginación).
Si bien es cierto que el límite entre realidad y ficción puede llegar a difuminarse en momentos complejos de la vida, donde las emociones se apoderan de la mente en una avalancha de imágenes vívidas.
“Frank Lloyd Wright 1867-1959″ (considerado máximo exponente de la arquitectura orgánica) una vez imaginó que su madre le iba a dar una fiesta sorpresa. Lo vivió con tanta realidad que comenzó a decirle a sus amigos en detalle lo que se serviría y lo especial sería esta ocasión. Entonces vinieron, todos vestidos. La madre de Wright estaba sorprendida pero conocía a su hijo, así que improvisó una fiesta. Ella sabía que aunque todo había partido de una fantasía, en realidad su hijo creía que esa fiesta iba a tener lugar.”
La imaginación de Richard Wagner era tan gráfica que cada vez que pensaba en fantasmas se aterrorizaba.De niño visitaba a sus familiares que vivían en una casa grande donde era alojado en una habitación señorial de invitados. Los viejos retratos con polvo de señoritas «en enaguas y el pelo blanco» le parecían fantasmas. Sólo en la habitación estaba poseído por el terror porque parecían cobrar vida. Todas las noches despertaba empapado de sudor, víctima del miedo y sus visiones.
SOMBRAS. STEFAN KELLER- PIXABAY
IMAGINACIÓN VS REALIDAD
Antes destacaba que las personas con pensamiento mágico no confunden (o no necesariamente) la realidad con la fantasía.
Sin embargo, si que esta manera de proyectar con imágenes tiene un impacto en la realidad, que en ocasiones se vuelve un poco doloroso.
La persona con elevada Sobreexcitabilidad Imaginativa, recrea las cosas que va a hacer antes de hacerlas, y las ve casi con la misma precisión que si ya hubiesen ocurrido. Para una mente tan creativa, el problema viene cuando lo que proyecta, ese mundo imaginado de lo que va a ocurrir no se corresponde con la realidad que posteriormente se encuentra.
Superar las expectativas es un imposible, y cuando estas personas se dan de bruces con una realidad distinta a la imaginada, sufren unos «episodios de desilusión» que pueden pasar desde un simple «bajón temporal» (si los planes que tenia en mente se tuercen), hasta una «crisis existencial» si sus proyectos vitales soñados no se van logrando.
Estas condiciones hacen que en muchas ocasiones la persona tenga un poso de sentimiento de fracasado. Realmente, no estamos hablando de una persona que se pueda decir que fracase realmente, pero el sentimiento que desarrollan si que es real, pues se pasan la vida comparando donde les gustaría estar y donde están. (Una persona soñadora, no puede ser conformista).
Esta manera de ser impulsa una mejora continua, pero a su vez un sentimiento continuo de no lograr objetivos, pues una vez logran llegar donde querían, ya tienen la mente en otro lugar proyectado lejano, lo que hace que el punto de partida y el punto de llegada pocas veces coincida.
¿Y tú, cómo lo vives? ¿Eres soñador/a? ¿Te ilusionas y desilusionas con facilidad?
¿Se te va a menudo la olla por estar pensando en vete a saber qué de un lugar donde no estás de cuerpo presente?
Espero tus comentarios aquí debajo (recuerda que cuantos más comentemos, más fácil será que contrastemos información que seguramente sea de nuestro interés). Nos vemos en la siguiente entrada, un beso!
Referencias
Overexcitabilities – Michael M. Piechowski- Northland College