jueves, 27 de mayo de 2021

Los caminos menos transitados

Nacemos sin camino definido, sin expectativas, sin necesidad de demostrarnos nada a nosotros mismos ni a los que nos rodean; no tenemos perspectiva del tiempo, dormimos cuando tenemos sueño, comemos cuando tenemos hambre, no nos preguntamos sobre la realidad o la fantasía. Simplemente somos y nos dejamos ser, sin cuestionarnos nuestra propia existencia y nuestro fin para con el universo. 

La sociedad, con el paso de los años, se convierte en un gran instrumento constructor de nuestras identidades, imponiendo aquello que dice estar bien o mal en un intento de uniformarnos hacia una falsa realidad, y ajenos a es orden, decidimos tomar aquel camino por el que todos transitan pensándolo correcto. Estoy convencida de que el mundo, ese pequeño mundo que nos rodea, es un diminuto cosmos en sí mismo lleno de misterios sin resolver, si no no tendrían sentido ninguno de mis personajes de la vida cotidiana, si no no tendrías sentido tú. 

El arte de pensar y cuestionar, me ha obligado a buscar a éste, mi personaje de la vida cotidiana, de forma casi enfermiza, con el afán de encontrar respuesta a todo aquello que se me antoja insólito. 

Dama de mediana edad, pelo cano escondido entre matices rojizos que ocultan tímido las arrugas de su frente. Caminar firme de pasos cortos, demuestra en su andar tanta seguridad que las leyes de la física se deforman a cada uno de esos pasos. Su mirada desprende una intensa sonrisa y una confianza singular que llega a confundir a aquellos que no la conocen. 

Desde mi pequeña lejanía, sentada en un sofá aparentemente nuevo pero rugoso, observo su rutina. Un orden defectuoso articula su postura para comenzar a realizar sus quehaceres. Quizás en ese momento, tenga la necesidad de perderse para encontrar al "otro"o tal vez se trate de una autoimposición para que no sean descubiertas sus debilidades. Por instantes, la sala se me antoja diminuta ante tanta energía, el tiempo desaparece cuando comienza su discurso y su movimiento inquieto deja espacios que no podrán volver a habitarse. Como si se encontrara presa, se desplaza de un lado a otro, aparentando la necesidad rumiar lo que tiene que salir de su boca. 

Es entonces cuando pienso: llegamos a la vida sin nada y nos construimos a la sombra de los "otros", solo unos pocos se atreven a sumergirse por los caminos menos transitados y apasionarse con aquello que más aman. Yo quiero ser una de esos pocos. Momentos de la vida cotidiana

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