Momentos de la vida cotidiana. La dama solitaria

MONUMENTOS DE LA VIDA COTIDIANA.
La dama solitaria.
Siete y media de la tarde,  el sol comienza a caer en la ciudad de Buenos Aires. El aire tibio entra por el ventanal de madera ennegrecida por los años,  mezclándose con mis suspiros.
De nuevo he vuelto a mi rincón, ese rincón entrañable que se osa a regalarme momentos entrañables de la vida cotidiana,  en mi soledad sin límite.
Como cada día "ella" entra cabizbaja,  con ademán melancólico,  como perdida en un sueño nunca encontrado.  Pelo rubio, ondulado, sujeto en un lateral con una orquilla con forma de flor rosada,  despejando su frente para dejar ver su mirada profunda, lejana pero entrañable, mezclada con un ápice de humildad y sabiduría.
"Ella" siempre lleva tejanos azules de corte ochentero y chaleco roido, dándole un aire intelectual y bohemio. Quizás  cuente con unos sesenta años,  pero eso se me antoja un imaginario desde mi mundo,  algo realmente insignificante comparado con el grandioso momento de la vida cotidana.
Saluda tímida y sin titubear se dirije a la mesa que se encuentra ubicada en el lugar más apartado del restoran,  busca su diario y comienza su ritual. Abre su maletín marron de cuero,  tan roido como su jersey, con una delicadeza sin igual, saca una bolsita de yerba mate, llena su mate y se acerca como una gata, a la barra a pedir agua caliente  para después poder disfrutar de su esquisitez en su sola compañía.
Extiende su diario  sobre la mesa y mirando a la pared,  como un castigo autoimpuesto o una especie de rechazo a la sociedad que se encuentra lejana al otro ladoo del ventanal, se funde en su lectura.
Por un instante me pregunto : ... Cuántas veces  "ella" habrá  permanecido en esa lejanía?....  Tal vez,  en la soledad de su sofá,  la exquisita dama,  sueñe con compartir su lectura como cada día,  a sus espaldas, lo hace esa pareja de enamorados eternos.
Momentos de la vida cotidiana.